
Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton
La boda del hijo de Diana
Los príncipes ya no se casan con jóvenes de sangre azul, no se unen por conveniencia y sí por amor. Ya no importa que sus parejas tengan hijos o estén divorciadas. Y solo dan el paso cuando están convencidos de que ellas o ellos están preparados para afrontar el reto de la convivencia y la exposición pública.