Aprendices de pelotaris
El frontón de La Esperanza de Bilbao acoge talleres sobre el juego - La iniciativa busca potenciar otro tipo de actividades culturales
Xabier Gamarra, pelotari ya retirado del frontón Harrison Plaza, en Filipinas, especialista en cesta punta, se convirtió ayer en profesor improvisado. "Vamos a explicaros la evolución de la pelota y vasca y las distintas modalidades del juego", arrancaba ayer el deportista en la entrada del frontón de La Esperanza, en el Casco Viejo de Bilbao, frente a un público nutrido por turistas, bilbaínos y periodistas.
Las lecciones forman parte de una iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento y la empresa Bilbao Jai Alai, para potenciar otro tipo de actividades culturales entre los visitantes.
Hugo, de seis años, atendía en primera línea. Sin decir palabra iba dibujando en un cuaderno las distintas herramientas con las que se juega cada una de las modalidades: remonte, cesta, pala... Su madre, por si el niño se perdía algo, cuchicheaba: "¿Has oído? Las pelotas las fabrican con pieles de animales".
Los talleres se volverán a repetir hoy y mañana a partir de mediodía
El Ayuntamiento y la empresa Bilbao Jai Alai han impulsado el programa
Mientras, los golpes secos de la pelota contra la pared ("el ruido parece el de una piedra", apuntaba Gamarra), y el chirrido de las zapatillas al deslizarse por la pista, hacía de hilo musical. Dos pelotaris profesionales calentaban para ofrecer una pequeña exhibición de cesta punta.
Los curiosos, con la lección teórica y práctica bien aprendida, sucedieron a los entendidos en el frontón de La Esperanza. "Es como torear. El torero nunca se pone frente al animal, aquí siempre tienes que dejar que la bola pase y luego recogerla", explicaba Iñaki Barrenetxea, profesional, mientras movía el brazo, como si sostuviese un capote. Alain, un catalán de 28 años, de vacaciones de Semana Santa en Bilbao, no se perdía detalle. "Toma siempre una línea como referencia, para que la pelota salga recta", aconsejaba Barrenetxea. Pero de fácil que parecía, los aprendices de pelotaris, una vez en faena, pasaban casi más tiempo corriendo tras las pelotas que se escapaban que lanzándolas y recogiéndolas.
Aunque la iniciativa tenga por objeto dar a conocer todas las modalidades del juego vasco, la cesta punta fue ayer la protagonista. Especie casi en peligro de extinción en España, Barrenetxea explicaba la popularidad del deporte en Miami. "Todos los días menos los martes hay partidos, tanto por la mañana como por la tarde", aclaraba mientras dejaba y colocaba su cesta a todo aquel que quisiera jugar.
Hugo, junto a dos mellizos de Valladolid, Tomás y Carla, de 11 años, probaba suerte contra una de las paredes del frontón. "Hemos venido para que pruebe, porque el fútbol no le gusta nada, y queremos que haga algún deporte", explicaba la madre del niño, en un lateral. "Creo que vamos a volver, parece que le gusta", añadía.
Los talleres se volverán a repetir hoy y mañana entre las 12.00 y las 14.00 en el frontón de La Esperanza. Además, la iniciativa se completa con la exposición El universo de la pelota, abierta en el edificio del Ensanche hasta el día 25.
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