Que no paguen los de siempre
Con el pretexto de la crisis, los gobiernos están castigando a las personas más pobres y vulnerables con los recortes en gasto social y en ayuda a los países del Sur. Hoy, una de cada seis personas pasa hambre, se han destruido cerca de 30 millones de empleos en el mundo y las cifras sobre pobreza extrema son más altas que nunca.
Por eso pedimos que los gobiernos no ahorren a costa de los que menos tienen. Por eso exigimos alternativas, para que no paguen los de siempre. ¿Quién no apoyaría una pequeña tasa a las transacciones financieras, para lograr una mejor distribución de la riqueza? Esta tasa afectaría únicamente a los especuladores de alto riesgo, responsables de la crisis actual. Con el dinero recaudado con esta tasa en solo ocho días se podría garantizar educación básica a los 72 millones de niños y niñas que no van a la escuela.
Apoyemos, defendamos, reclamemos, exijamos, junto a millones de personas de todo el mundo, la tasa Robin Hood. Un pequeñísimo impuesto del 0,05% que permitiría combatir la pobreza, aquí y en todo el mundo. Una medida concreta, factible, oportuna y justa.
En Intermón Oxfam reaccionamos contra la injusticia porque sabemos que los cambios son posibles. Podemos verlos cada día. Actuando como una ciudadanía más activa y responsable; trabajando con las poblaciones más desfavorecidas, no solo para que puedan vivir de su trabajo, sino para que tengan expectativas de futuro.
A pesar de la crisis, es posible pensar en el mañana, gracias a la solidaridad y el compromiso de miles de personas.