Viñetas en el banquillo de los acusados
Un tribunal belga reabre el caso del ciudadano que denunció contenidos racistas en 'Tintín en el Congo' - Ediciones B logra cerrar un 'blog' sobre Mortadelo y Filemón
Parece que ni la audacia e inteligencia del aguerrido Tintín ni la camaleónica capacidad de cambio de Mortadelo serán suficientes para afrontar las próximas aventuras de estos personajes, que salen de la ficción para protagonizar agrias polémicas en el mundo real. Polémicas que, en algunos casos, pueden tener consecuencias imprevisibles.
Y es que la tan ansiada "normalización" que el sector reclamaba ha llegado. El hasta ahora tranquilo y reducido gueto de los aficionados a los tebeos se ha globalizado, entrando a protagonizar no pocas grescas en los últimos tiempos: por ejemplo, la que en estos momentos enciende muchos foros de Internet dedicados a la obra de Francisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón.
El álbum de Tintín ya fue retirado de bibliotecas de Gran Bretaña y EE UU
La polémica salpica a Miguel Gallardo por una historieta de inmigración
En marzo, Ediciones B, encargada de la gestión y administración de sus derechos de autor, reclamaba la retirada de contenidos de la web El diccionario de Mortadelo y Filemón, un blog mantenido por un aficionado de alias ase62 junto a cuatro compañeros más del conocido foro El foro de la T.I.A. (punto de reunión de aquellos en los que la pasión por las creaciones de Ibáñez compite con sus impresionantes conocimientos sobre cómic).
El blog se dedicaba a hacer completa indexación de todos los personajes que aparecían en la ingente cantidad de tebeos protagonizados por los calamitosos detectives, así como de sus numerosas pero dispersas apariciones por diferentes publicaciones. Una exhaustiva labor realizada desde hace tres años sin ánimo de lucro pero que, según la editorial, no respetaba el copyright del autor y presentaba reproducciones de baja calidad que podían dañar el prestigio de la obra. Así lo argumenta Ernest Folch, director editorial, quien añade: "Desde la editorial se respetan las iniciativas que sirvan para promover la lectura de cualquier obra del fondo de Ediciones B, pero haciéndolas compatibles con los derechos de autor".
Se trata de una política que, en los foros de Internet, no se ha recibido con agrado y ha sido considerada extremadamente agresiva, hasta el punto de que el autor ha cerrado las dos webs que dedicaba a la editorial. Una política que recuerda mucho a la draconiana persecución que desde hace tiempo realiza el grupo Moulinsart (en el que recae la explotación de los derechos de la obra de Hergé) y que ha obligado al cierre de páginas web dedicadas al joven reportero o la retirada de obras teóricas o de ficción basadas en él. Es lo que ya ocurrió hace tres años con la obra El loto rosa, de Antonio Altarriba.
Pero Moulinsart, que tantas pesadillas provoca, tiene la suya particular: Bienvenu Mbutu Mondondo, un ciudadano congoleño que lleva ya más de cuatro años litigando para que Tintín en el Congo sea retirado por sus supuestos contenidos racistas. Un largo proceso que parecía olvidado pero que esta misma semana acaba de tener un sorprendente giro, al declararse competente en la materia el Tribunal de Primera Instancia belga. Una decisión que podría llegar a desembocar en la prohibición de la edición del tebeo si no se incluyen advertencias de su contenido racista y un artículo que explique el contexto colonial de la época, tal y como reclama el demandante. No es la primera vez que esta obra se encuentra en el ojo del huracán: apenas hace cuatro años la Comisión británica para la Igualdad Racial exigía su prohibición en Reino Unido. En EE UU, los responsables de la Biblioteca Pública de Brooklyn retiraron la obra. Es una polémica para muchos estéril, ya que lo que presenta Tintín en el Congo no es racismo, sino la visión estereotipada de la población belga de los años treinta, cuando se realizó el álbum.
Una visión similar a la que se puede encontrar en otras obras de la época, como Terry y los piratas, de Milton Caniff o The Spirit, de Will Eisner, que quizás podría ser más discutible en obras que todavía se publican hoy, como el famoso personaje mexicano Memín Pinguín, que se retiró de la cadena Wal-Mart en 2008 por presentar estereotipos racistas.
La larga cadena de polémicas ha alcanzado a Miguel Gallardo, Premio Nacional de Cómic de Cataluña por su obra María y yo, que ha visto cómo una historieta sobre inmigración publicada por la revista municipal Hivern ha levantado la tapa de los truenos. Según el PP de Barcelona, relaciona castellano con racismo al presentar al castellanohablante como xenófobo. Muchos frentes abiertos para un medio, el del cómic, que aún se está despertando de largos años de olvido y tratamiento despectivo.
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