El escándalo agudiza las tensiones entre los sectores de Ezker Batua

Si los presagios más negros de algunos integrantes de Ezker Batua (EB) apuntan incluso a que esta formación no llegue siquiera a las elecciones municipales de mayo, la denuncia contra el exdelegado del Vivienda en Vizcaya por supuesta malversación en los fondos de la extinta Cámara de la Propiedad de Vizcaya no puede sino agudizar las tensiones internas. Con todo, en esta cuestión, el ex coordinador general de la formación, Javier Madrazo, y su sustituto, Mikel Arana, cabezas de los dos sectores enfrentados, pueden verse obligados a cerrar filas frente a otros miembros de la formación por lo que pueda salpicarles a ambos: uno era consejero de Vivienda y Asuntos Sociales y el otro director de servicios en el Gobierno durante cuyo mandato se produjeron las supuestas irregularidades enviadas por el actual Ejecutivo a la fiscalía.

La formación se plantea abrir una comisión interna de investigación

La Presidencia de la formación se reunió ayer tarde con una propuesta sobre la mesa: la necesidad de abrir una comisión de investigación interna para aclarar lo ocurrido y neutralizar el desgaste a menos de dos meses de las elecciones. Al cierre de esta edición no estaba claro si saldrá adelante ni bajo qué formato se anunciaría la apertura de la investigación.

Además, teniendo en cuentra que los dos sectores enfrentados -los comunistas del EPK, los críticos de EPA y los seguidores de Arana, por un lado, y los madracistas, con Serafín Llamas a la cabeza, por otro- nombraron sendas Presidencias no había acuerdo sobre quién tenía derecho a votar.

La tensión interna es tal que los conflictos por la elaboración de las listas han llegado a Santurtzi, Getxo y Vitoria, según fuentes del sector crítico. La asamblea de Bilbao, en la que el madracismo tiene mayoría, nombró ayer a Jon Sustatxa y Julia Madrazo cabezas de lista para el Ayuntamiento y las Juntas vizcaínas, respectivamente. Sus candidaturas deben refrendarlas el Consejo Político.