La patronal aplaude la cumbre y los sindicatos salvan el diálogo social

Complacencia en la patronal y resignación en los sindicatos. Los empresarios catalanes no disimularon su satisfacción ante un resultado de la cumbre que se basa, a su juicio, en el polémico documento redactado por el Consejo Asesor para la Recuperación Económica y el Crecimiento (CAREC). Para las organizaciones sindicales, en cambio, el encuentro se saldó sin un acuerdo; solo con unas conclusiones del Gobierno catalán. Aun así, los agentes sociales arrancaron el compromiso al Ejecutivo de Artur Mas de reactivar, aunque sin fecha, el Acuerdo Estratégico para la Competitividad. "Era nuestro principal objetivo en la reunión", admitió ayer el secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego.

Los sindicatos llegaban a la reunión soliviantados por el documento que redactó el CAREC, que entre otras medidas proponía el contrato único, el copago de los servicios sociales y un "redimensionamiento" de plantilla en la Administración catalana. "No aportan nada al debate existente y entorpecen las negociaciones a nivel estatal entre las organizaciones sociales y el Gobierno, y nosotros no somos ajenos a esas negociaciones", apuntó el secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez.

La reunión acabó con el documento que el Gobierno catalán había enviado a los participantes el pasado jueves -salvo a ICV-EUiA, a la que se lo remitió horas antes del encuentro- sin prácticamente ninguna modificación. Solo se introdujo una medida más en los acuerdos que presentó el Gobierno de Mas después de que los grupos de izquierda y los sindicatos exigieran una muestra de "apoyo a los sectores sociales más perjudicados por la crisis", aunque de forma muy genérica. El documento, además, incluye un compromiso para dar continuidad al Acuerdo Estratégico, pero adaptándolo a la situación actual de crisis, lo cual alivió a los sindicatos, que pudieron irse sin las manos vacías.

Uno de los mayores desencuentros con los sindicatos, no obstante, lo constituyeron los seis encargos que Mas realizó al CAREC. Estos deberán abordar nuevas fórmulas para paliar el cierre del grifo crediticio, hacer propuestas en política industrial, trazar un modelo flexible para pymes, lograr una mayor interrelación entre innovación y actividad productiva, fomentar el "espíritu emprendedor" y proponer una política energética.

Los sindicatos no discreparon en que fuera el CAREC el que tuviera que estudiar estos asuntos durante el próximo mes y propusieron que fuera el Acuerdo Estratégico el que los encargara. Las patronales, en cambio, no pusieron ningún reparo a esta decisión. El presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, aplaudió el resultado de la cumbre, con un solo matiz: "No todas nuestras demandas podían estar en el documento". Eusebi Cima, de la Fepime, fue quien más partidario se mostró de mejorar la financiación. "Estamos maltratados", subrayó.