Euforia juvenil
Así era el espíritu de la serie B tradicional. Así era el espíritu de las sesiones en los autocines estadounidenses de los años sesenta. Desparpajo, entretenimiento efímero, euforia centelleante, salvajadas con un punto de originalidad, ausencia de prejuicios, descacharrante indecencia, coca-cola, palomitas, carcajadas y unos cuantos roces adolescentes a costa de la película.
Y ahora en tres dimensiones. Es Piraña 3D, la nueva versión de la película de 1978 dirigida por Joe Dante, realizada esta vez por el francés Alexandre Aja, a la que solo se puede echar en cara que, más allá de la secuencia de arranque, tarde demasiado en entrar en barrena.
Mucho más cómica que terrorífica, con toneladas de efervescencia sexual para chavales aquejados del mal de la pubertad o adultos con gusto por la nostalgia, y una gran capacidad para reírse de sí misma (¡ese baile acuático-neumático al son del Dueto de las flores del Lakme de Léo Delibes!), la película reúne a intérpretes en franca decadencia (Elisabeth Shue, la pobre), guiños a la cultura popular de los que fueron niños de los setenta y ochenta (Richard Dreyfuss, héroe de Tiburón, devorado por las pirañas; Christopher Lloyd, felizmente regresado del futuro) y hasta una polla engullida en primer plano (decir pene en una crítica de Piraña 3D iría contra natura). Todo ello con el objetivo del feliz esparcimiento de la plebe juvenil.
PIRAÑA 3D
Dirección: Alexandre Aja.
Intérpretes: Steven R. McQueen, Elisabeth Shue, Jerry O'Connell, Ving Rhames, Christopher Lloyd.
Género: terror. EE UU, 2011.
Duración: 83 minutos.
Babelia
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