La feria TEFAF de Maastricht celebra el final de la crisis del arte

La Feria Internacional de Arte y Antigüedades (TEFAF) ha abierto su 24ª edición en Maastricht (Holanda), con una primera venta espectacular. Una escultura de madera de olivo de Joan Miró, ejecutada en 1945 y titulada Oiseau lunaire ha sido adquirida por 3,5 millones de euros por un coleccionista particular. La operación se ha cerrado pocas horas después del estreno de la feria, la cita más importante del mundo de su clase. La seguridad del comprador refuerza el crecimiento experimentado por el mercado del arte en 2010, un 52%, de la mano de aficionados europeos y de Asia Pacífico.

La obra de Miró, de 30 centímetros de altura, había permanecido 40 años en una colección privada. La presentaba, junto con una sala dedicada por completo al artista catalán, la galería canadiense Landau Fine Art, de Montreal.

Pero la venta mironiana no ha sido la única millonaria. El marchante de Ámsterdam Noortman Master Paintings, especializado en maestros holandeses y flamencos, y su colega David Koetser han vendido cuatro cuadros del Siglo de Oro por cerca de 13 millones de euros. Este año, las 30.000 piezas exhibidas por TEFAF abarcan desde el neolítico hasta nuestros días, y una de las más antiguas salió por casi un millón de euros. Se trata de una urna funeraria ornamental de mármol, del siglo I antes de Cristo. Según su galerista, el británico Rupert Wace, había servido como pie de lámpara en una casa de Bath, en el Reino Unido. La obra expuesta más cara es Retrato de un hombre con las manos en la cintura, de Rembrandt, que tiene como precio 33,6 millones de euros.

La Fundación Europea de Arte, organizadora de TEFAF, encarga todos los años un informe sobre el estado del arte mundial. Esta vez lo firma la economista cultural Clare McAndrew, que ratifica la recuperación del mercado tras la crisis registrada entre 2008 y 2010. El consumidor, en especial de China, confía tras la mejora de la crisis financiera, y la Feria de Maastricht lo nota. Hay grupos de coleccionistas y visitantes chinos, como los 21 miembros de la World Chinese Collectors Conference, de Shanghái. Sus compatriotas, además de adquirir arte propio, se inclinan por el japonés, con obras que oscilan entre los 40.000 euros de una pieza de madera trabajada, y los 500.000 euros de un incensario con plata incrustada.

Clare MacAndrew sitúa a China en segunda posición en el mercado artístico, detrás de Estados Unidos. Otros expertos, como Artprice, uno de los índices de información más señalados del ramo, ponen a China en la cabeza.

TEFAF ha sufrido este año también un revés, un robo múltiple de joyas, y la policía vigila la ciudad de Maastricht y su aeropuerto. Allí han aterrizado 125 aviones de coleccionistas particulares. En 2008 y 2010 también desaparecieron varias joyas, uno de los apartados más atractivos de la feria, valoradas en dos millones de euros.