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Entrevista:MARY McALEESE | Presidenta de Irlanda

"Irlanda no reparó en los riesgos de un crecimiento vertiginoso"

María Antonia Sánchez-Vallejo

Mary McAleese (Belfast, 1951) es la primera presidenta de Irlanda nacida en el Ulster y la segunda mujer consecutiva que desempeña el cargo, tras Mary Robinson. La crisis económica -que propició, en noviembre, un rescate de 85.000 millones de euros de la UE y el FMI- marca el final de su segundo mandato, pero también el vuelco del panorama político tras las elecciones de febrero, que desalojaron del poder al conservador Fianna Fáil en favor de una coalición Fine Gael-laboristas.

Del cuestionario previo requerido para la entrevista se caen tres preguntas sobre el nuevo Ejecutivo, pero la presidenta no rehúye pronunciarse sobre la crisis. "No es la primera. Somos un pueblo fuerte, saldremos adelante como otras veces", dice en vísperas de su primera visita oficial a España, que empieza hoy.

"Las reformas van a ser dolorosas, pero eso no es nada nuevo para nosotros"

Pregunta. España es el octavo socio comercial de Irlanda. ¿Cuál será su mensaje?

Respuesta. El primero, estrechar nuestros lazos históricos. En segundo lugar, reforzar nuestros intercambios económicos y, como socios en la UE, nuestro compromiso común. Con respecto a España, queremos reforzar nuestras exportaciones.

P. Tras el rescate, ¿cómo restaurar la confianza en Irlanda?

R. Es nuestra prioridad. Esta es una crisis global de una economía interdependiente, que en nosotros ha hecho mella especialmente en el sistema bancario y el sector inmobiliario. Hemos acometido una reforma radical para estabilizar el sistema bancario, pero también para reducir la deuda y recortar el gasto público en consonancia con Europa. Las reformas van a ser dolorosas, pero no es nada nuevo para nosotros.

P. ¿Sigue siendo Irlanda un buen país para invertir?

R. Las mayores compañías internacionales, informáticas, farmacéuticas, de alta tecnología, están presentes en Irlanda. ¿Y por qué? Porque tenemos una población joven y extraordinariamente formada, con un 70% de universitarios; un sistema educativo muy flexible para un mercado cambiante, un buen I+D. La inversión extranjera es un área que no plantea problemas; lo verdaderamente problemático es la economía doméstica.

P. Los irlandeses tienen un arraigado sentimiento nacionalista. ¿Pueden ver el rescate como una pérdida de soberanía?

R. La economía ha generado en los últimos años un buen nivel de vida y, como es natural, los irlandeses a la fuerza están enojados por el frenazo. También hay furia por la quiebra del sistema bancario, porque de repente vieron que trabajaba en su propio interés, no en el público.

P. En pocos años, Irlanda se convirtió en un milagro económico. De repente el sueño de riqueza se esfumó. ¿Qué se hizo mal?

R. Muchas cosas se han hecho muy bien. En los setenta se generalizó la gratuidad de la educación secundaria. Por primera vez en nuestra historia, eso galvanizó la materia gris y fue un motor para el despegue económico. Cuando entramos en la UE, en 1973, pasamos de ser el país más pobre a uno de los más prósperos, con uno de los PIB más saludables, que aún se mantiene. Nos afecta la recesión global, y en especial la crisis del sistema bancario, que ha afectado mucho a una sociedad pujante que creyó en la capacidad del dinero barato y no reparó en los riesgos de un crecimiento vertiginoso.

P. Durante el boom, Irlanda ha atraído a muchos inmigrantes. ¿Teme que con la crisis repunte una emigración masiva?

R. No lo creo. Por primera vez en 150 años, Irlanda se ha convertido en una sociedad receptora de emigrantes. Esto ha supuesto un punto de inflexión en una tendencia de siglos. Ahora los ciudadanos son móviles, van y vienen, porque el mundo está interconectado, y los migrantes económicos han dado paso a los turistas económicos, jóvenes que aprovechan sus conocimientos para probar en otro lado.

P. La reina Isabel II de Inglaterra visitará Irlanda este año. Será el primer viaje de un monarca británico a la Irlanda independiente.

R. Es algo que he acariciado durante años, porque demuestra lo que somos: los vecinos más próximos con una historia común cruel y amarga. La naturaleza de nuestras relaciones ha cambiado desde que nos incorporamos a la UE, y pasamos a ser colegas. Esto nos ayudó a sacar adelante el proceso de paz. Así que el acuerdo de Viernes Santo [1998] también ha hecho posible la visita.

Mary McAleese.
Mary McAleese.CORDON PRESS

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