Gaiker IK-4 refuerza su apuesta por la fusión tecnológica

Tras el cristal, una gran llamarada surge en la esquina de una pequeña sala. El fuego sirve para probar la resistencia de los materiales a la combustión y permite evaluar el comportamiento de los elementos ignífugos que se vayan desarrollando. Es sólo una de las ocho nuevas instalaciones de las que desde ayer dispone el centro tecnológico Gaiker IK-4 en el Parque Tecnológico de Zamudio.

El propósito de los nuevos laboratorios, que en total suman 450 metros cuadrados, es posibilitar la convergencia de tecnologías relacionadas con la nanotecnología, la biotecnología, los plásticos y composites, además del citado desarrollo de materiales resistentes contra el fuego.

"Solo eres capaz de ofrecer lo último cuando dispones de lo último", aseguró el presidente de Gaiker IK-4, José Miguel Betolaza, en el acto de inauguración de ayer, al que asistieron, entre otros, el secretario general del Ministerio de Ciencia e Innovación, Juan Tomás Hernani; el director de Tecnología vasco, Edorta Larrauri, o el portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka.

Enfermedades pulmonares se podrán diagnosticar con una gota de orina

La mayor inversión se ha destinado a un microscopio para nanopartículas

Las nuevas instalaciones de Gaiker IK-4 han supuesto una inversión de más de dos millones de euros, incluidos en la negociación de los Presupuestos Generales que desarrollaron el Gobierno central y el PNV. Casi la mitad de esta cantidad se ha destinado a la compra de un microscopio electrónico que permite trabajar en detalle con nanopartículas, apreciar los materiales en los que se integran o su distribución en el interior de tejidos y células.

Además, en diez minutos, una nueva tecnología desarrollada permitirá detectar enfermedades pulmonares a partir de una simple gota de orina, con un método muy similar al de las pruebas de embarazo. Tras introducir la muestra en una tira blanca, si se dibujan dos líneas, el diagnóstico es positivo; en caso de una sola, será negativo.

Ello supondrá realizar en apenas unos minutos diagnósticos que hoy en día llevan varios días y sin la necesidad de que intervenga personal especializado. "Conseguir que las cosas sean sencillas es lo más complicado en la ciencia", explicó María Pascual de Zulueta, miembro de Gaiker IK-4.

Por otro lado, los materiales activos e inteligentes a base de nanopartículas incorporadas a los materiales poliméricos podrán actuar en respuesta a las señales externas. En este sentido, resultará posible diseñar materiales poliméricos conductores que emitan una señal eléctrica o una luz cuando aumente la temperatura o, incluso, que estos materiales modifiquen su forma de manera que abran y cierren compuertas en función de la temperatura o de la intensidad de la luz, enviando una señal para que, en ese momento, actúe un ordenador.

A todo ello se unirá un laboratorio dedicado a la producción de prototipos ad hoc con requerimientos de producción limpios, una sala que permitirá trabajar con materiales a escala nano o un laboratorio equipado con robots para la extracción y la multiplicación automatizada de secuencias génicas. Este laboratirio facilitará la determinación de enfermedades como el cáncer, así como el control de microorganismos en patologías y seguridad alimentaria o medioambiental.

Juan Tomás Hernani destacó la satisfacción del ministerio por el avance que supone el nuevo centro y resaltó que "hay que correr todavía más, vivir un poco peor para que nuestros hijos vivan mejor". Agregó que las tres claves para lograr crecer pasan por la internacionalización, la imbricación en el trabjao de diversos sectores y la interacción entre lo público y lo privado. "Gaiker IK-4 es un ejemplo de todo esto", mantuvo.

Edorta Larrauri puso de reliebve principalmente la necesidad de crear espacios que deben generar valor competitivo y responder a los retos que plantea el mercado. Y concluyó: "La convergencia tecnológica requiere espacios como éste".