Tres de cada cuatro 'ertzainas' libres de servicio marchan contra Interior
2.500 agentes toman el centro de Bilbao para exigir a Ares que "negocie o dimita"
La mayoría sindical de la Ertzaintza logró ayer la fotografía que buscaba para mostrar el profundo malestar que, a su juicio, soporta la plantilla de la policía vasca. Cerca de 2.500 agentes, tres de cada cuatro que estaban ayer libres de servicio en un cuerpo que se acerca en total a los 8.000 profesionales, marcharon por el centro de Bilbao en el principal acto reivindicativo de la Ertzaintza de la última década. Sus reclamaciones tenían como destinatario al consejero de Interior, Rodolfo Ares, a quien los manifestantes exigieron que "negocie o dimita". La prórroga del convenio regulador, caducado en 2007, y la falta de acuerdo en otras materias laborales laten como fondo de la protesta.
La mayoría sindical considera que la plantilla ha lanzado "un mensaje" a Ares
La asistencia superó incluso las previsiones más optimistas de las cuatro centrales que habían convocado la marcha: Erne, Esan, Sipe y Euspel. Muchos de los asistentes se desplazaron hasta Bilbao en autocares fletados en Guipúzcoa y Álava. La cifra de participantes incluso superó ligeramente a la de 1998, cuando más de dos millares de agentes se manifestaron también en la capital vizcaína contra el entonces consejero, el peneuvista Javier Balza, en lo que hasta ayer había sido la protesta más multitudinaria en el seno de la policía vasca.
Una pancarta conjunta que defendía la negociación frente a la "imposición", tras la que marchaban los dirigentes de dichas centrales, encabezó un recorrido de algo más de una hora que finalizó ante la sede del PSE, partido al que los convocantes consideran responsable de la situación. Allí se corearon consignas contra Ares como "Si quieres recortar, recorta tus mentiras" o "Eres el problema, no la solución". Del acto solo se desmarcaron los dos únicos sindicatos confederales de la policía vasca, ELA y CC OO, aunque varios de sus afiliados sí tomaron parte en la protesta.
Tras la manifestación, el portavoz de Erne, Roberto Seijo, citó el "éxito" de asistencia como argumento para instar al consejero a que atienda el "clamor popular" y se preste a debatir con los representantes de la plantilla cuestiones como el nuevo convenio o el desarrollo de la segunda actividad por edad. "Hoy hemos conseguido lanzar un mensaje al Ejecutivo y al propio Ares de que, o modifica su actitud con la Ertzaintza, o se tiene que ir. Así no pueden seguir las cosas", planteó el responsable del principal sindicato policial, no sin advertir con claridad de que, ante un escenario sin cambios, "los ertzainas van a seguir incrementando las medidas de presión".
En un comunicado conjunto, las cuatro centrales que secundaban el llamamiento hicieron después un primer análisis de una marcha que, a su entender, evidenció la "disconformidad" del colectivo con las "chapuzas" en la gestión policial a las que se está viendo sometido por parte de la actual consejería, a la que ya en ocasiones anteriores habían definido como "la peor de la historia". Erne, Esan, Sipe y Euspel critican además las "continuas vulneraciones de derechos, el incumplimiento de acuerdos y los sucesivos despropósitos" de Interior.
Entre otras cuestiones, los sindicatos recalcan que su recorte salarial ha sido "hasta cinco veces mayor" que el de otros funcionarios del mismo nivel administrativo y ha coincidido, además, con una amenaza de radicalizar el régimen disciplinario para convertirlo en "el más lesivo de todos los cuerpos policiales".
La consejería rehusó pronunciarse ayer al respecto. El propio Ares explicará hoy "el estado del proceso negociador" con las centrales. Estas tienen previsto reunirse mañana para programar nuevas acciones de protesta en el marco de la precampaña electoral para las municipales y forales del 22 de mayo.
Escenas insólitas
Aunque reivindicativa, la marcha convocada ayer en Bilbao por la mayoría sindical de la policía vasca se desarrolló en un ambiente festivo que dio lugar a un buen número de imágenes insólitas, como el intercambio de comentarios jocosos entre los agentes de paisano que participaban en la protesta y los uniformados encargados de su vigilancia. Una muestra quizá de que algunos de los ertzainas que trabajaban se hubieran sumado a la protesta en caso de haber estado libres de servicio.
El recorrido, que transcurrió por las principales calles de Bilbao, evidenció un civismo que incluso llevó a los manifestantes a ocupar solo parte de las calles por las que transitaban para permitir la circulación de vehículos en sentido contrario y evitar caravanas.
El incesante sonido de bocinas y silbatos secundó la exhibición de caretas que parodiaban el rostro del consejero y gritos de protesta como "Ares dimite, la Ertzaintza no te admite". El único mínimo incidente se produjo en la Plaza Moyua, donde un viandante sufrió una caída que obligó a evacuarle en ambulancia y a detener la marcha.
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