El corazón se opera con 'joystick'
EMILIO DE BENITO | Madrid
El médico está cómodamente sentado, y el paciente, a unos seis metros, dormita o ve la tele. Si no fuera por las batas cubiertas por protectores de plomo para evitar la radiación y la abundancia de pantallas, nadie diría que lo que está ocurriendo es que el facultativo está moviendo un catéter por la aurícula derecha del corazón del enfermo.