Disfraz a 60 lentejuelas por minuto

En tiempos de carnaval las horas transcurren con una velocidad diferente. Susana Farrerós, de 26 años, y el resto de Las Ninfas lo saben. Desde hace 11 años, este grupo de 15 amigas de instituto sale en comparsa en el carnaval de Palamós (Baix Empordà). Esta noche van de moteras y esperan volver a ganar el primer premio del concurso anual. Durante las semanas previas, los días de Farrerós y sus compañeras tienen una unidad de medida diferente. "Ya he cosido 25 metros de lentejuelas para el disfraz, pongo 60 en un minuto", explica en todo divertido.

Entre este fin de semana y el miércoles, cientos de miles de catalanes saldrán a la calle para entregarse a la diversión carnavalera. Como es tradición, la fiesta está servida en Sitges (Garraf), Vilanova i la Geltrú (Garraf) y Barcelona, cuya rua principal paralizará desde las 17.00 horas la avenida del Paral·lel.

Sin embargo, aunque el ambiente festivo sea general, algunos se lo toman más en serio. Disfrazarse no es cosa solo de peques. "En junio hacemos una cena todas Las Ninfas y nos ponemos a pensar qué haremos para el carnaval siguiente", cuenta Farrerós. Este año cada una ha invertido unos 150 euros en su traje, que incluye una barra de hierro que simula ser el manillar de la moto, con su luz propia y los cascos, todo con lentejuelas. Si vuelven a ganar, como el año pasado, se llevarán unos 600 euros.

Andrew Robinson, un irlandés de 40 años que vive en Barcelona desde hace 17, se montará esta noche en unos tacones altísimos y será Mary Poppers, "una versión transgresora de la niñera británica", asegura. "Siempre me ha gustado el personaje y me dije: ¿por qué no serlo una noche?" , cuenta. La vestimenta la componen una camisa barroca, el abrigo, la sombrilla y una peluca de moño. Todo le ha costado, dice, unos 120 euros. Su traje será uno de los que se verán en la fiesta que organiza el Club Soma, una de las más populares en la ciudad.

Para nadie es un secreto que disfrazarse facilita la transgresión. Sin embargo, los trajes de carnaval tienen su espíritu propio. "Los disfraces del día de brujas buscan lo horrorífico, los de esta época suelen ser más reivindicativos, parodian la actualidad y, sobre todo, son de comparsa", asegura Iván Sirio, del estudio de maquillaje nomepinto.com.

Por su local pasan muchas personas que buscan un disfraz elaborado. "Un maquillaje profesional puede costar entre 50 y 80 euros si incluye lentillas y prótesis". Pero en casa del herrero, cuchara de palo. Sirio y sus 12 amigos saldrán con una comparsa que simula ser el dispositivo de seguridad de una fiesta de celebrities, con reporteros del corazón incluidos. Él hará de gorila de la puerta y solo necesitará las gafas oscuras. "La gracia del disfraz es que te lo montes tú con lo que tienes a mano", puntualiza.