La persecución y las discordancias

Mientras el caso de los ERE siga vivo -y eso que todavía no ha empezado el recorrido judicial- el Gobierno andaluz y el partido que lo apoya van a tener muy difícil introducir en la agenda nuevos temas de debate en el Parlamento. Un veterano diputado se quejaba ayer que medidas de calado como el cambio de baremación para acceder a una plaza escolar apenas si tienen recorrido. Hasta 11 iniciativas se abordaron ayer en la sesión de control y en las restantes, los diputados populares colaron de rondón alusiones más o menos directas a los presuntos fraudes en expedientes de regulación de empleo financiados con dinero público.

El PP mantuvo su línea argumental de que desde la Consejería de Empleo se urdió "una trama organizada para beneficiar a familiares y chanchullos del PSOE", según la opinión de Antonio Sanz, quien dejó clara la misión de su partido: "Perseguimos a socialistas corruptos". La frase dejó patidifuso a más de uno, sobre todo al consejero de Empleo, Manuel Recio: "Nosotros perseguimos la corrupción sea de quien sea".

Recio explicó hasta en ocho ocasiones a otras tantas preguntas de los diputados que la pauta seguida por el Ejecutivo autónomo es la de llevar todos los datos de la investigación interna a los tribunales. De hecho, Recio desveló ayer en sede parlamentaria los nuevos datos de las pesquisas, en las se han hallado 33 nuevas irregularidades a las que él llamó "situaciones discordantes" en los ERE. Pese a que la Junta está codo con codo con la justicia, el interés del PP es negar todo lo contrario y asegurar que tapa y encubre "la porquería". Por ese motivo, pidió la dimisión de Recio, además de las de sus antecesores en el cargo.

Los socialistas también llevaron al pleno una iniciativa para apoyar la política sociolaboral de la Junta y pedir el mantenimiento de las ayudas a las personas afectadas por los despidos empresariales. Mario Jiménez (PSOE) mostró su "orgullo" por estas iniciativas. Sanz dijo que el PP siempre está del lado de los trabajadores.