Roca amasó un patrimonio de 210 millones en sus 15 años en Marbella
El exasesor urbanístico reconoce que eludió pagos a Hacienda
Juan Antonio Roca Nicolás, el hombre que durante 15 años manejó el urbanismo de Marbella -primero a la sombra del fallecido alcalde Jesús Gil, y luego por su cuenta-, sometió ayer al fiscal a una extenuante persecución intelectual en el inicio del segundo bloque del juicio del caso Malaya, dedicado a la supuesta red de blanqueo de capitales urdida por el exasesor urbanístico para ocultar su fortuna, que cifró en 210 millones de euros.
Roca, que en algunos momentos pareció dirigir el interrogatorio, reconoció como suyas "total o parcialmente" la inmensa mayoría de las 71 empresas que componían su entramado societario en España, y afirmó que sus administradores, sentados junto a él en el banquillo como supuestos testaferros, le rendían cuentas. "Ellos despachaban conmigo y yo daba las órdenes", aseguró al tribunal.
El supuesto cerebro de la gran trama de corrupción marbellí no tuvo empacho tampoco en admitir al fiscal, Juan Carlos López Caballero, que parte de los bienes adquiridos por las sociedades -inmuebles, vehículos, yates, obras de arte- se sufragaron "con fondos no declarados" a Hacienda. Pese a todas las concesiones que hizo, Roca negó el blanqueo: "Eso es lo que usted dice", le espetó al ministerio público.El primer bloque del juicio del caso Malaya, 21 sesiones dedicadas al pelotazo inmobiliario de Crucero Banús -en el que Roca fue un participante más-, apenas fue un calentamiento antes de entrar en uno de los núcleos principales de la trama corrupta. Ayer, con el estudio de los delitos de blanqueo de capitales, el exasesor urbanístico, se convirtió en protagonista absoluto.
Con un punto de jactancia, pero siempre correcto en sus respuestas al fiscal López Caballero, Roca contó que cuando Gil lo nombró "a dedo" en 1992 para dirigir la sociedad municipal Planeamiento 2000, dedicada a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Marbella, él ya poseía una fortuna apreciable. "Llevo en la actividad inmobiliaria desde los 25 años [tiene 57] y he hecho promociones en Murcia y en Marbella antes de incorporarme al Ayuntamiento", afirmó. Roca aseguró que entre 1991 y 1997 obtuvo "500 millones de pesetas" [tres millones de euros] por la liquidación del patrimonio de la sociedad Marbella Inversiones, con la que inició sus negocios en la ciudad. El dinero fue, según Roca, invertido en nuevas aventuras inmobiliarias "Esos fondos evidentemente no los declaraba", admitió.
Roca cifró en 210 millones de euros el valor del patrimonio oculto bajo el entramado inmobiliario antes de que en marzo de 2006 se desatara la operación Malaya. De esa cantidad 120 millones son pasivo, sujeto a cargas y deudas, y 90 es patrimonio neto, señaló.
Roca reconoció la gran mayoría de las sociedades bajo las que se ocultaba el patrimonio y que estaban administradas por supuestos testaferros de su confianza. "Las sociedades dependen de mí, el control es mío, pero la contabilidad y el proceso societario se llevan unas desde la sociedad Maras Asesores [administrada por el economista Salvador Gardoqui] y otras desde el despacho de abogados [Sánchez Zubizarreta] de Madrid", aseguró.
El exasesor detalló también la labor de la supuesto testaferro Montserrat Corulla: "Llevaba el tema hotelero, es cierto. Administraba las sociedades con componente hotelero y me rendía cuentas a mí. Despachaba con ella temas de gerencia, licencias, inversiones o créditos, pero la contabilidad de esas sociedades se llevaba desde el gabinete de abogados de Madrid", dijo.
Roca defendió la práctica de transferir fondos de unas empresas a otras para financiar inversiones, lo que para el fiscal indica una voluntad de despistar al fisco. "Es una tontería ir a un banco a pedir un crédito cuando hay una empresa del grupo que tiene tesorería suficiente para prestar. [Este método] lo he aplicado yo y todos los empresarios de este país", se defendió el principal procesado del caso Malaya, que seguirá declarando hoy.
"Con 12.000 euros al mes se puede vivir muy bien"
Juan Antonio Roca, supuesto cerebro del caso Malaya, ejerció como gerente de la sociedad municipal marbellí Planeamiento 2000 entre 1992 y 2003, año en que fue contratado por la empresa, también municipal, Gerencia de Obras y Servicios, en calidad de director. Por este trabajo público, Roca percibió un sueldo anual superior a los 200.000 euros. "Todo lo que cobraba figuraba en la nómina", aseguró. Estos eran sus ingresos declarados. Además del buen salario, Roca tenía unas condiciones de trabajo envidiables. Los sucesivos alcaldes de Marbella le permitían acudir a su puesto de trabajo dos días por semana y dedicar el resto del tiempo a atender sus negocios privados en Marbella, Madrid y Murcia.
Roca sostuvo que con sus ingresos legales se podía mantener un alto nivel de vida: "Le puedo garantizar que con 12.000 euros mensuales después de impuestos se puede vivir muy bien, y me refiero a llevar a los niños a un colegio bueno o permitirse algún viaje", le dijo al fiscal anticorrupción, Juan Carlos López Caballero, que escuchaba sin inmutarse.
Pese a disfrutar de un salario 16 veces mayor del salario mínimo interprofesional, Roca debía hacer encaje de bolillos financiero para ocultar su patrimonio. Su vivienda habitual, un apartamento de más de 300 metros cuadrados en una de las zonas más lujosas de Marbella, es de su propiedad, pero consta a nombre de una empresa radicada en Gibraltar. Roca fingía que pagaba a esta empresa un alquiler mensual, afirmó.
El exasesor urbanístico rechazó la imputación que le hizo la policía de que entre 2003 y 2006 sus sociedades gastaron más de 30 millones de euros. "Si Salvador Gardoqui [su contable] dice que estas tablas son así las asumiré como mías, pero en este caso no quiere decir que se hayan gastado 30 millones, sino que se ha movido esa cantidad. Es un error frecuente de la policía, señalan las salidas de dinero de las empresas, pero no las entradas. Además tampoco dicen en qué y cómo se ha gastado el dinero", se quejó Roca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.