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Reportaje:

El 'planeta' de las plantas castizas

Un libro recorre con ilustraciones la diversidad de la vegetación madrileña

Con una mirada intensa el ilustrador Javier Grijalbo (Madrid, 1956) examina las colinas al este de Aranjuez. A simple vista parece un campo aburrido, una colección de matorrales sin flores en un día frío de invierno. "Pero, ¡mira!, hay todo un mundo aquí", exclama. Siguiendo su dedo índice el campo se convierte en un lienzo sobre el que un artista refinado ha dibujado la vegetación con una precisión infinita. "Cada planta está diseñada para unas condiciones y tiene su sitio", dice. Y cada planta tiene su historia.

Estas historias están reunidas en un libro que Grijalbo acaba de publicar, Vegetación y flora de Madrid. Es una obra divulgativa que recopila toda la riqueza botánica de la Comunidad. Es una riqueza tan profunda que en la Comunidad hay más especies, 2.700, que en todo el Reino Unido. Esta diversidad se debe a la variedad de ecosistemas, desde el árido páramo del sur hasta la nevada sierra del norte y sus frondosos bosques.

El autor habla con pasión, mientras camina campo a través diciendo nombre tras nombre de planta, "pero no para que creas que sé mucho, solo para que te des cuenta de la diversidad que hay aquí". Según él, un botánico podría pasarse una tarde en el área y "nombrar 150 especies de plantas, con toda tranquilidad. Es un patrimonio genético impresionante".

El libro es fruto de cinco años de trabajo. Cinco años en los que recopiló 1.066 fotos de plantas, 156 ilustraciones en color, 125 fotos de paisajes y 731 mapas de distribución de especies, todos realizados por él mismo. Grijalbo es, como él mismo se define, "ilustrador de la naturaleza" y escritor. Siempre ha sido aficionado al campo, con un interés especial en las aves. Y aunque no es botánico conoce a gente en el mundo de las plantas, y de ahí surgió el libro.

Un día fue con un amigo botánico a Villarejo de Salvanés, en el sur de la Comunidad, a ver una aulaga almohadillada, una especie que destaca por unos pétalos en amarillo brillante. Pero descubrieron que "a pesar de la importancia y escasez de esta especie, se había colocado un vertedero encima de donde estaba creciendo, sepultando algunos ejemplares y llenando de plásticos y desperdicios otros". Decidieron que las plantas necesitaban protección, en parte porque la gente no sabe que en sus campos existen "tesoros que pasan desapercibidos". Por eso pensaron que publicar un libro podía ser de utilidad para dar a conocer este mundo.

Grijalbo presentó la obra en el Real Jardín Botánico a medianos de enero con la sala principal llena con más de 150 personas. Entre ellas estaba el director del jardín, Gonzalo Nieto, que explicó que estaba encantado de dejar las instalaciones para presentar una obra que "tiene entusiasmo, es un libro divulgativo y muy bien hecho".

La publicación del libro ha sido una nueva aventura para Grijalbo, porque lo ha hecho todo. No quería distanciarse del proyecto, por eso se empeñó en la autoedición para poder seguir de cerca cada paso del libro. El autor contactó con la editorial Náyade, conocida por sus libros sobre aves y naturaleza y llegó a un acuerdo: 1.500 ejemplares por un precio que "no fue imposible alcanzar" pero sí requirió un esfuerzo económico de miles de euros.

Las ventas van bien para estar empezando, unos 250 ejemplares, y con el interés de varias instituciones de comprar lotes completos. Pero su libro no se encuentra en las librerías, "porque solo trabajan con distribuidores". El que tenga interés en adquirir uno, tiene que contactar con Grijalbo a través de su blog Apuntes del Campo (www.javiergrijalbo.blogspot.com), donde también cuenta sus excursiones, incluidas las que hace una vez al mes para Ecologistas en Acción, y a las que se puede unir quien quiera aprender sobre la diversidad de la Comunidad. "Tenemos que comunicar a la gente que estos sitios tienen interés, ¡parte de la culpa la tenemos nosotros por no transmitirlo! Espero que con este libro ayude a solucionar un poco este problema", concluye Grijalbo.

Javier Grijalbo, en el campo cerca de Aranjuez.
Javier Grijalbo, en el campo cerca de Aranjuez.D. R. N.

Protegida

"La sabina albar (Juniperus thurifera) está protegida por ser sensible a la alteración de hábitat en toda la Comunidad de Madrid. Se encuentra principalmente en la sierra y el sureste". JAVIER GRIJALBO

En flor

"Los monjes antiguamente tenían el romero (Rosmarinus officinalis) en sus jardines por sus virtudes medicinales. Ahora sigue en los jardines por su aromático olor y porque florece durante casi todo el año". J. G.

Bonito pero venenoso

"El acónito (Aconitum napellus) es una de las plantas más venenosas que tenemos en Madrid. Aun así, antiguamente se utilizó como planta medicinal". J. G.

El nombre de la estación

"El esparto (Stipa tenacissima) es también llamado atocha. De allí le viene el nombre a la plaza y a la estación de tren porque antiguamente esa zona estaba llena de estas plantas. Ha tenido numerosos usos en el pasado: cuerdas, cestería, alpargatas y papel". J. G.

Localizado de nuevo en la ciudad

"Se pensaba que la morra (Cynara tornefortii), que está en peligro de extinción, había desaparecido

prácticamente de Madrid, pero recientemente se ha encontrado en un par de lugares. Uno es un solar junto al Centro Internacional de Transportes de Coslada, pero ahora se pretende urbanizar esta parcela. En el mundo solo se encuentra aquí y en Granada, Portugal y Marruecos".

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