Ganas de sorpresas
El año pasado, la cacareada Avatar fue superada inesperadamente por la curiosa En tierra hostil, dejando perplejo a medio mundo. Pasado mañana podría ocurrir algo semejante, y hasta sería bueno que así fuera para dar emoción a la ceremonia de los Oscar. ¿Será esta vez una película británica la que desbanque a las grandes producciones estadounidenses?
Año tras año la industria de Hollywood organiza el mejor lanzamiento publicitario de sus películas seleccionando unas cuantas de ellas para hacerlas competir entre sí. Se fomentan de ese modo apasionados debates, ahora en Internet. Astutamente, algunas características de la gala se van destilando a cuentagotas, alimentando así la expectación ante el espectáculo, mientras que otros detalles se guardan en secreto. Mientras tanto, esas mismas películas se van estrenando a tiempo en cualquier confín del mundo. En conclusión, todas ellas acabarán ganando espectadores, obtengan o no estatuillas. Por si fuera poco, la emisión de la ceremonia se vende a las televisiones a precio de oro. Como esta magnífica operación solo se produce una vez al año, para calentar motores fomentan la entrega de otros premios que preceden a la gran ceremonia. Quienes inventaron este maquiavélico tinglado merecerían su propio Oscar. Lo de que el cine sea cultura se queda para Europa. Estos días quedan aparcadas muchas películas interesantes que se hacen por el orbe para dar paso a los reyes del mambo. La verdad es que se lo curran. Aunque irrite admitirlo, ellos sí que saben.