3,5 millones de euros para excavar en un museo nuevo

Arqueólogos y arquitectos suelen mirarse de reojo. Los primeros mandan mucho sobre los segundos. En el Museo de Colecciones Reales, que Patrimonio Nacional levanta junto al palacio Real, las excavaciones comenzaron antes que la obra y luego fueron de la mano. "Durante dos años convivían las perforadoras de 35 metros y los pinceles de los arqueólogos", relata uno de los arquitectos, Luis Moreno Mansilla. Los expertos analizaban todo lo que extraían las máquinas. La premisa era clara: conservar e incorporar al museo los restos que ordenara el Ministerio de Cultura. Se ha cumplido.

Los cinco años de excavaciones han supuesto más de 3,5 millones de euros. Una factura que se engloba en otra muy superior. El coste del museo, creado sobre el papel por el Gobierno en 1998 y cuya construcción arrancó en 2006 con un impresionante muro que sujeta el talud hacia el Campo del Moro, casi se ha triplicado desde la previsión inicial (60 millones). El edificio, de 45.000 metros cuadrados, costará 171,1 millones. Así figura en los Presupuestos Generales del Estado. Una parte del sobrecoste se debe a la ralentización de las inversiones, que han bajado de 30 a 15 millones de euros anuales desde este año debido a la crisis.

El recorte financiero retrasa el final de un edificio para cuya construcción se modificó el planeamiento urbanístico y se eliminó protección en esta zona de la cornisa del Manzanares, con el visto bueno de todas las administraciones. La inauguración del museo que albergará las ingentes colecciones de objetos suntuarios, tapices y carruajes de Patrimonio Nacional está prevista ahora para 2017. Solo entonces el público podrá visitar también los hallazgos arqueológicos. Antes, quizá, los ciudadanos recuperarán la vista sobre el Campo del Moro desde la plaza de la Almudena, donde antes se alzaba la estatua de Felipe II.