Bateragune fue antesala de esta marca, según los informes
Los miembros de Bateragune -el intento de reconstruir la ilegalizada Batasuna- que no ingresaron en prisión siguieron adelante con su proyecto político y en ese movimiento está el germen de Sortu, según sostienen los informes remitidos a la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Bateragune, según la investigación del entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que la desarticuló el 13 de octubre de 2008, fue fundada por ETA con la misión de armonizar la acción de todas las organizaciones del frente institucional de la banda declaradas ilegales -Batasuna, Ekin, Askatasuna, PCTV, Gestoras pro Amnistía y Segi-. Su actividad era la de "buscar cauces, apoyos y acuerdos para conseguir la independencia de Euskal Herria a través de la formación de un polo soberanista", y sus integrantes, pertenecientes a los distintos grupos, "carecían de margen alguno de maniobra fuera de los cauces marcados por ETA", según el magistrado.
La documentación incautada en el caso demostraba, según Garzón, que, tras el fracaso del último proceso de negociación, ETA había encomendado a Bateragune "endurecer el conflicto y llevar la confrontación política hasta el punto más álgido" con el fin de que la izquierda abertzale, capitalizara "las acciones de la lucha armada". La comisión de coordinación debía articular esa nueva estrategia de volver a las conversaciones de paz mediante la violencia.
La operación contra Bateragune concluyó con la detención del portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, del ex líder de LAB Rafael Díez Usabiaga, de la ex tesorera de ANV Sonia Jacinto y de Miren Zabaleta, la hija del líder de Aralar Patxi Zabaleta. El pasado enero el fiscal pidió para ellos 10 años de cárcel por integración en organización terrorista. Todos apoyan ahora el nuevo partido, Sortu, que rechaza la violencia. El discurso es notablemente distinto del de Bateragune. Una vez más, se trata de determinar si el cambio es real.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El temporal deja inundaciones en Málaga y mantiene en aviso naranja a cuatro provincias
Una oposición desnortada en la Comunidad Valenciana
La política de hijo único castiga a China: por qué la caída de la natalidad preocupa cada vez más al Gobierno
Ser (y siempre haber sido) el mejor del mundo: Duplantis habla del miedo, el ego y su futuro como atleta
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Desaparecidos cuatro españoles de una misma familia de Valencia en un naufragio en Indonesia




























































