Italia sí restringe sus ciudades a los coches por la contaminación
Roma, Milán, Turín y Nápoles toman medidas ante el anticiclón que bloquea el aire en Europa - En España, los alcaldes restan importancia al problema
La concejal de Medio Ambiente de Madrid, Ana Botella, lleva días restando importancia al problema de la contaminación de la capital: "El paro asfixia más", aseguró el miércoles. Ayer se ratificó y añadió que las propuestas para cerrar al tráfico la capital son "innecesarias" y supondrían "un gran impacto económico". El problema no existe. La alarma es exagerada. Su homólogo en Roma, Marco Visconti, sí reconoce que los niveles de contaminación son excesivos. De ahí que ayer, por cuarto día consecutivo, ordenara prohibir el paso a los vehículos más contaminantes. El mismo anticiclón afecta a España y a Italia, pero la respuesta en cada país es muy diferente.
Más allá de si en Roma ha servido de algo la prohibición -en el centro nadie controlaba y el volumen de coches era más alto que un día normal, seguramente por la huelga de metro y autobús-, lo cierto es que junto con Milán, Turín y Nápoles, la capital italiana ha tomado medidas urgentes contra la contaminación. El peor problema de Roma estos días son las partículas en suspensión -no tanto el dióxido de nitrógeno que azota Madrid-. Ayer todas las estaciones de la red romana superaron los niveles máximos de partículas. En dos estaciones se alcanzaron los 98 microgramos por metro cúbico, cuando el límite está en 50. Madrid registró el pasado viernes 57 microgramos de partículas de media en su red, por encima de los 50 microgramos a partir de los cuales Roma considera tomar medidas.
La prohibición de circular en Roma no se respetó; había huelga de transporte
Milán llegó ayer al nivel de 339 en NO 2; Madrid tuvo un pico de 395 el domingo
En Italia, la peor situación se vive en Milán, que se encuentra fuera de la normativa europea, con casi 200 microgramos de polvo en suspensión por metro cúbico, y ha agotado ya, desde el 1 de enero, los 35 días de exceso anual que permite la directiva europea.
Milán y su provincia, según comenta el profesor de la Universidad Bocconi Edoardo Croci, ex concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, "se encuentran en este momento desbordadas" por la contaminación. Tras prohibir durante dos domingos seguidos el tráfico rodado en la ciudad, sin resultados apreciables, la asamblea de alcaldes de la provincia italiana suprimió ayer esa medida. Croci ve paralelismos entre la situación de Madrid y la de Milán. "En Milán el dióxido de nitrógeno lleva varios días en niveles muy elevados. Desde el día 6 al 10 de este mes, cuatro de las ocho estaciones de la ciudad han registrado cifras superiores a los 200 microgramos, que es el nivel que indica que hay que poner en marcha medidas de prevención". Ayer, la cifra más alta fue de 339 microgramos por metro cúbico, no lejos de los 400 que la UE considera de riesgo para la salud. Madrid ha llegado a tener estos días siete estaciones que marcaban más de 200 microgramos a la vez y el pasado domingo a las 22.00, la estación de Ramón y Cajal llegó a medir 395.
El ensayo/error preside la gestión de la emergencia. Los alcaldes improvisan restricciones al tráfico a los vehículos más contaminantes, pero pocos ciudadanos parecen conocer o cumplir las ordenanzas. Los alcaldes milaneses decidieron ayer no introducir las matrículas alternas hasta que la vecina Brescia, que ya prueba el sistema, compruebe si funciona.
Las medidas serán más o menos efectivas, pero existen. En Nápoles, se limitó el tráfico ayer y hoy entre las 7.30 y las 17.30, pero no se publicitó y quizá por eso ayer no se notó. Nápoles ha decidido también vetar a partir de hoy la circulación de los coches y las motos más contaminantes. Los autos diésel podrán circular solamente si a bordo viajan tres personas como mínimo. En paralelo, el Ayuntamiento ha subido un 20% el precio de los transportes públicos urbanos, y para completar la vena surrealista, los instrumentos de medición afirman que el lugar más contaminado de la ciudad es el bosque de Capodimonte, que en teoría es el enclave más verde. Bérgamo cerrará el centro histórico a los coches entre las 10.00 y las 18.00. Y Turín y su periferia industrial restringirán el tráfico rodado el domingo 20 de febrero (iba a ser el 13 pero se ha retrasado una semana).
La comparación con España arroja algunas coincidencias pero quizá más diferencias. El Ayuntamiento de Madrid argumenta que en la capital no se ha superado ningún límite legal . El nivel de aviso a la población para dióxido de nitrógeno se activa cuando dos estaciones de la misma zona superan los 250 microgramos por metro cúbico en dos horas seguidas. Esa situación no se ha producido, pero durante estos días ha habido picos de 300 y hasta casi 400 microgramos en algunos puntos. Tres estaciones de medición ya han superado el máximo que les permite Europa para todo un año. Ni Madrid ni Barcelona cumplieron en 2010 los límites fijados por Europa, pero la Comunidad de Madrid acusa a Ecologistas en Acción de alarmistas por insistir en la mala calidad del aire.
La política vive de gestos y declaraciones. En general, los miembros del Gobierno acusan al Ayuntamiento de Madrid de fomentar el uso del coche -el ministro Miguel Sebastián le acusó de "atraer coches al centro" y de ser "poco serio" con la polución-. Mientras, los políticos de Madrid culpan al Gobierno por primar fiscalmente al diésel y esperan a que el viento disperse la nube negra.
La reunión ayer entre la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, y el presidente de la Federación de Municipios, Pedro Castro, acabó con pocas medidas concretas para combatir la contaminación de las ciudades. Se comprometieron a colaborar en la elaboración del plan nacional de calidad del aire previsto en un real decreto que el Consejo de Ministros aprobó el 28 de enero. La ministra confirmó que ha retomado la idea de reformar los impuestos relacionados con el automóvil para penalizar a los vehículos más contaminantes. Y aseguró que propondrá a los otros ministerios que tienen competencias, "ya que Economía y Hacienda e Industria tienen mucho que decir", que vayan estudiando una reforma.
El aire sucio envuelve la política
- Ana Botella, edil de Medio Ambiente de Madrid: "Que le pregunten al 20% de parados si le preocupa la contaminación. El paro sí asfixia".
- Ignacio González, vicepresidente de Madrid, definió la contaminación como un "fenómeno natural" propio de esta época del año.
- Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, que ayer se reunió en Madrid con la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar: "Venía a Madrid con los pulmones oxigenados y tan solo una hora después ya noto la polución en la garganta y tengo problemas para hablar".
- Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente, sobre un posible cambio fiscal para penalizar a los coches más sucios: "El Gobierno no piensa en recaudar más, sino en contribuir a mejorar la calidad del aire en la parte que le corresponde".
- Cristina Garmendia, ministra de Ciencia: "No podemos vivir con este nivel de contaminación".
- Miguel Sebastián, ministro de Industria: "La responsabilidad de mantener el aire limpio es de los Ayuntamientos, pero algunos se escaquean".
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