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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Revelados

David Trueba

Estar alerta al mundo en que vivimos no es motivo para amargarse, sino para disfrutarlo en toda su integridad. Desde hace tiempo, los medios de comunicación viven bajo la amenaza de ser productos caducados, superados por un nuevo estado de las cosas que nadie sabe a ciencia cierta en qué consiste del todo. La esfera de Internet les resulta más moderna, más viva y más inmediata que los siglos de papel prensa o los largos decenios de radio y televisión. Por eso todos los medios impulsan sus versiones digitales y sus cliqueos virtuales con la urgencia del tipo que corre tras un autobús que se va, pero sin estar seguro de que sea el que precisa para llegar a casa. Andamos en una carrera de la que nadie conoce ni las reglas ni el campo de juego.

Al comprobar que goza de mucho más tirón popular de visitas la foto autopublicada por el futbolista Piqué de su cumpleaños compartido con Shakira, que el anuncio de la nueva formación abertzale, Sortu, con su distinción explícita del camino político y el camino de la violencia terrorista, alguien podría pensar que Rufi Etxeberria en lugar de programar una rueda de prensa tendría que haber hecho un anuncio en Twitter. Ese agravio comparativo entre lo importante y lo curioso bastaría para recuperar el criterio profesional frente al impacto de las audiencias, con su matemática perversa.

En ambos casos la rumorología previa obligaba a los protagonistas a tener una estrategia de comunicación. Con su foto entre amigos, Piqué y Shakira quizá pretendieran evitar la presencia depredadora de los paparazzi a la puerta de sus casas. Pero el público interesado prefiere la foto robada, el arrumaco captado en la calle, aunque sea desenfocado y con una tienda de ultramarinos china de fondo, antes que el retrato oficial. Drácula no quiere sangre embotellada, sino mordisco en la yugular. En el caso de Sortu, a la espera de los designios judiciales, unos y otros quieren imponer su interpretación de la foto. Desde los que unos días antes montaron una manifestación preventiva para caldear el líquido de revelado, hasta los que ansiosos celebran que se ha dado un paso de gigante. El público interesado, en este caso, lo que preferiría es la definitiva foto finish de ETA.

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