El partido afín a Mohamed VI ataca al primo del rey por decir que Marruecos no se librará
No le nombran, porque desde las instituciones no se ataca a un miembro de la familia real, pero es a él a quien embisten. La formación política más afín al rey de Marruecos arremetió con dureza, el jueves por la noche, contra el primo hermano del monarca por sus declaraciones a EL PAÍS del pasado lunes.
El Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), cuyo fundador y eminencia gris es Fuad Ali el Himma, intímo amigo del rey Mohamed VI, denuncia en un comunicado de su dirección política "los pronuciamientos provocadores" de algunos que, por razones solo personales, "quieren perjudicar al país de manera tendenciosa sin preocuparse del porvenir de Marruecos ni de su estabilidad".
El Himma fue director de gabinete de Mohamed VI cuando era príncipe heredero, y más tarde se convirtió en su auténtico ministro del Interior. En 2007 dimitió del cargo para fundar el PAM, que en las municipales de 2009 fue ya el partido más votado de Marruecos y se adueñó de algunos Ayuntamientos con la ayuda de los gobernadores civiles y de las fuerzas de seguridad, según revelan los cables de la Embajada de EE UU en Rabat difundidos por Wikileaks.
Mulay Hicham, de 46 años, tercero en la línea de sucesión al trono, afirmó que "Marruecos no será probablemente una excepción" y será alcanzado por la marea de protestas que recorre el mundo árabe. "Casi todos los sistemas autoritarios resultarán afectados", recalcó.
El príncipe rojo, como se le suele apodar, sí fue atacado por su nombre por la prensa afín a las autoridades marroquíes, como los diarios Aujourd'hui Le Maroc y Al Massae. Es excepcinal que los rotativos marroquíes se atrevan a meterse con un miembro de la familia real por muy díscolo que sea.
El grupo de jóvenes marroquíes que ha convocado en la red social de Facebook manifestaciones pacíficas el 20 de febrero para forzar una reforma de la Constitución, que otorga al rey poderes casi absolutos, sigue cosechando adhesiones.
Una formación política con representación parlamentaria (dos diputados), el Partido Socialista Unificado, apoyó ayer la protesta y pidió también, en un comunicado, un cambio de la Constitución para que Marruecos disfrute de una monarquía parlamentaria.
Los jóvenes de Facebook reivindican además la liberación de los presos de conciencia, es decir de los islamistas del movimiento Justicia y Caridad que aún permanecen detrás de los barrotes.
Este movimiento, ilegal pero a veces tolerado, es el que tiene mayor capacidad de movilización en el país, según los analistas que siguen de cerca la evolucion de Marruecos. De ahí que el éxito de la protesta del 20 de febrero dependa, en buena medida, de si se suma a ella o no.
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