Escuchar
En la página TVE a la Carta, donde pueden recuperarse programas ya emitidos por esa cadena, se ha suprimido el discurso del productor Luis Megino al recibir hace un par de días la medalla de oro de EGEDA en los premios cinematográficos José María Forqué -no sé si se eliminaría también de la emisión en diferido-. ¿Y eso? ¿Quizás para abreviar la retransmisión del acto o porque Megino no es conocido del gran público o porque consideran que no interesa el tema? El productor y guionista de La mitad del cielo y de tantas otras buenas películas, retirado del cine por decisión propia, se refirió a las nuevas tecnologías, es decir, al apasionante debate que estos días tiene en vilo a creadores e internautas, por clasificarlos de manera rápida. A esta cuestión hicieron referencia igualmente el presidente de EGEDA, Enrique Cerezo, y la ministra de Cultura en sus respectivas intervenciones, como no podía ser de otra manera.
La porfía entre divulgación y derechos está al rojo vivo y no habría que escamotear nada que contribuya al esclarecimiento de un asunto tan fundamental para el futuro del cine, y no solo del cine. "Nadie sabe nada de esto", opinó Rodrigo Cortés, el aplaudido director de Buried, la mejor película del año según estos premios. Y aunque él se refería al éxito de la arriesgada historia que tan estupendamente nos ha contado, su aserto es aplicable a la cuestión fundamental.
Descarga de ánimos
La ministra, tratando de infundir ánimos a la concurrencia, toda gente del cine, dijo en su discurso algo gracioso recordando un dicho de Rafael Azcona, de cuando los españoles no tenían medios para vestirse adecuadamente: "Zurcidos siempre, rotos nunca", aunque en realidad no se entendió bien la oportunidad del chiste. Tampoco aquello otro de que "la ventaja de la crisis es que brinda la posibilidad de volver a creer en el trabajo bien hecho como origen de todos los bienes". Estuvo más clara la ministra cuando aseguró que frente a los nuevos retos tecnológicos y su combate con los derechos de autor "nadie tiene las soluciones precisas".
Pues eso, todo cuanto aporte algo al respecto es digno de atención, y el punto de vista de Luis Megino, un hombre inteligente, tiene valor; no es de recibo que se silencien sus palabras. En las imágenes se le ve subir al escenario cargado de papeles para luego limitarse a dar las gracias por el premio y a recordar la figura del entrañable José María Forqué, buen cineasta y magnífico tipo, fallecido hace 15 años. No quedan ya muchos productores de su estirpe. ¡Hay que escucharles, hombre!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.