Socialistas y populares estrechan el acoso a Urkullu por los escándalos

Socialistas y populares están elevando el tono de sus críticas contra el PNV, centrándolas especialmente en su líder, Iñigo Urkullu, a medida que se van conociendo más datos de las supuestas tramas de corrupción y, sobre todo, espionaje, que afectan a ex dirigentes y militantes de la formación nacionalista en Álava. El argumentario de ambas formaciones coincide en dos puntos: Urkullu debe depurar responsabilidades con contundencia en su formación, pues no basta con deplorar, por mucha rotundidad con que se haga, el supuesto espionaje, y quienes están siendo investigados por la justicia y la Cámara no son unos militantes cualquiera, sino muy cualificados.

En las filas del PSE es apreciable un cambio de tono hacia una mucho mayor dureza frente a los peneuvistas. El portavoz parlamentario socialista, José Antonio Pastor, se empleó ayer a fondo en su ataque a Urkullu, apenas 72 horas después de que dos cualificados miembros del Ejecutivo -la portavoz Idoia Mendia y el titular de Transportes y secretario provincial guipuzcoano, Iñaki Arriola- optasen por la prudencia y pidiesen esperar a la sentencia judicial que en su día pueda recaer en la causa para analizar lo ocurrido, hasta entonces solo "hipótesis".

Oyarzábal: "La Ertzaintza no detenía a etarras porque nos estaban espiando"

Pastor se pregunta si Urkullu no actúa por "tener la fiesta en paz" o por "miedo

Pastor buscó ayer el ataque directo y exigió a Urkullu que haga "una limpieza a fondo de lo que de sucio" exista en sus filas y depure responsabilidades "al más alto nivel, caiga quien caiga" si quiere ser creíble en la repugnancia que manifiesta públicamente. "No vale ya lanzar discursos más o menos edificantes", apuntó.

El dirigente socialista precisó que no pide ceses en la dirección del PNV alavés, lo que sí reclaman directamente los populares, ya que ha de ser la formación nacionalista, en su opinión, la que debe decidir si su jefe de filas en Álava, Iñaki Gerenabarrena, ha de dimitir o no. Pero sí quiere ver a Urkullu haciendo una "seria investigación interna" que aclare las responsabilidades políticas "en el seno de las distintas direcciones del PNV".

Pastor se preguntó si Urkullu no actúa con más contundencia por "tener la fiesta en paz" o por "miedo" a lo que puedan contar algunos de los implicados, que no son unos pocos "militantes descarriados" sino "muchos dirigentes cualificados".

En este mismo punto incidió el número dos del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, en declaraciones a EL PAÍS: "Estamos hablando de personas de la máxima confianza de Gerenabarrena o de Xabier Agirre, de personas que, por ejemplo, representaban al PNV en reuniones con empresarios".

El PP considera insuficientes los argumentos que el propio Urkullu trasladó a su homólogo popular vasco, Antonio Basagoiti, en la reunión secreta que ambos mantuvieron anteayer. Basagoiti instó entonces a Urkullu a tomar medidas de inmediato con los dirigentes alaveses de su formación sin quedarse en las simples palabras y ayer repitió en su blog (www.antoniobasagoiti.com) la exigencia de ceses o dimisiones: "Los responsables políticos, por muy importantes que sean, se tienen que marchar o los tienen que echar sus máximos responsables en Euskadi".

Oyarzábal compareció en Vitoria donde volvió a mantener la tesis de su partido de que "la cúpula del PNV de Alava está al completo bajo sospecha" y no tiene la "legitimidad democrática" para afrontar las elecciones del próximo mes de mayo. Pero fue más allá y sostuvo que la Ertzaintza "no detenía terroristas" en las pasadas legislaturas porque la unidad dedicada a la lucha contra ETA, la entonces Unidad de Información y Análisis (UIA), de la que formaban parte los dos agentes imputados por el caso Tellería, se decicaba a "espiar" al PP.

Urkullu guardó ayer silencio. Uno de sus dirigentes de máxima confianza, Andoni Ortuzar, cogió el testigo y declaró a Radio Popular que "empieza a oler mal" que el proceso de investigación de las presunta tramas de corrupción y espionaje, esté siendo "tan dilatado", al tiempo que deploró que la "indefensión del PNV como partido es absoluta" en este asunto.