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El juez absuelve a dos de los jóvenes detenidos por los disturbios durante la huelga del 29-S

Jesús García Bueno

Los actos vandálicos suelen salir gratis a quienes los cometen. Para un agente de policía, mantener el orden en medio de los disturbios y, al mismo tiempo, identificar con garantías al responsable de cada acción es una misión compleja. De ahí que cuando el alborotador llega a juicio sea difícil condenarle. Es lo que ha ocurrido con dos de los jóvenes detenidos por los altercados de la huelga del pasado 29 de septiembre en Barcelona: han sido absueltos porque no se ha podido demostrar que pegasen a dos policías.

Los casos de los dos primeros procesados por los incidentes de la huelga general son similares. Juan Pablo S. R., de 30 años y sin antecedentes, fue acusado por la policía de arrojar una muleta contra un agente antidisturbios y de cogerle con fuerza la pierna cuando iba a ser arrestado. El mosso resultó herido y tuvo que permanecer de baja casi un mes. El hombre negó los hechos y declaró que acudió al paseo de Gràcia solo por su vocación periodística.

Una grabación de vídeo desmiente, en parte, a uno y otro. Esta "prueba de gran objetividad", según la sentencia, muestra que Juan Pablo se encara con el agente y le grita, aunque es otra persona cercana a él la que arroja "un vaso con líquido" contra el policía. Este carga contra Juan Pablo mientras otra persona lanza una bicicleta del Bicing contra el cordón policial. La situación es confusa. Juan Pablo acaba cayendo, de forma involuntaria, encima del agente, y queda detenido. Con tales elementos, el juez considera que debe quedar absuelto de los delitos de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, y de una falta de lesiones.

María P. R., la segunda persona procesada, estaba a las 13.00 horas en la ronda de Sant Antoni. Según una mossa, María le lanzó una bolsa de basuras y una piedra, que le provocaron contusiones en el brazo. Ambas coinciden en que María se acercó a la agente y le recriminó que, siendo mujer, utilizase la violencia, una acción que el juez define como "extraña", dado que la función de la agente es "mantener el orden". Después, unas personas lanzan objetos que impactan contra la mossa. María seguía allí y la funcionaria la identificó como la autora de la agresión. En el juicio, sin embargo, la palabra de la funcionaria policial topó con dos testigos que aseguraron que María no lanzó ningún objeto. El juez, que también la absuelve de desórdenes públicos, atentado y lesiones, se hace cargo de la situación y alude a la dificultad de "determinar unos hechos" en una situación de violencia y "ante una multitud que arroja objetos, contenedores y que ha quemado un coche de policía".

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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