Una paliza por negar un fármaco
Al menos 450 médicos sufrieron agresiones de pacientes el año pasado - Los de atención primaria de la sanidad pública son los más expuestos a la violencia
El pasado marzo, un paciente amenazó a Manuel Ortega, le metió casi a la fuerza en la consulta donde ejerce de médico de familia en San Telmo (Jerez) y le intentó agredir. Tuvo suerte, había gente en el centro de salud y la cosa no fue a más. Esta vez, Ortega lo denunció. Unos meses después, en septiembre, un juez condenó a su agresor a seis meses de alejamiento y a pagar las costas del juicio. El caso de Ortega no es único: en 2010, los médicos denunciaron 451 agresiones, según el primer informe del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial.
Las agresiones reales, sin embargo, pueden ser muchas más. "Gran parte de los sucesos no se llegan a denunciar nunca", explica José Alberto Becerra, coordinador del observatorio, que para elaborar el informe ha recopilado los datos aportados por los colegios médicos de todas las comunidades autónomas.
Tres son los principales desencadenantes de los incidentes: discrepancias sobre la atención médica, la negativa del médico a recetar un fármaco que demanda el enfermo o problemas personales con el profesional. Los más afectados son los médicos de atención primaria. El 57% de las agresiones reportadas el año pasado se produjeron en sus consultas, seguidas por las ocurridas en hospitales (12,3%), en las urgencias hospitalarias (12%) y en las urgencias extrahospitalarias (8%).
El médico Ortega, de 42 años, cuenta que la de marzo pasado no era la primera vez que se había tenido que enfrentar con una situación de violencia en su puesto de trabajo. "Llevo 15 años ejerciendo y he tenido muchos conatos de agresión", explica. "En urgencias y durante la residencia en la puerta de los hospitales [la tensión] es una constante, sobre todo, las agresiones verbales y las amenazas", explica Ortega.
Una de las demandas de la Organización Médica Colegial es que todas las comunidades autónomas consideren la agresión a un médico como atentado contra la autoridad, lo que las fiscalías ya vienen haciendo desde hace tiempo -de hecho, solo en Madrid ha habido al menos seis condenas por este delito en 2010-. Otra, que los afectados denuncien (el año pasado lo hizo el 70%).
Nueve de cada diez ataques contabilizados por los colegios de médicos ocurrieron en servicios sanitarios públicos. Menos del 10% ocurrió en el sector privado. El estudio no distingue entre agresiones verbales y físicas, pero al menos un 18% de las denunciadas fueron ataques físicos porque implicaron lesiones. En un 13% de los casos los médicos agredidos necesitaron una baja. El coordinador del observatorio subraya lo paradójico de estos ataques: "Van contra un profesional que está defendiendo su salud terapeutica, física y emocionalmente".
Las víctimas se dividen a partes iguales entre hombres y mujeres. Sí existen diferencias por edades: los profesionales entre 46 y 55 años conforman el grupo más afectado. Las agresiones a los más jóvenes o a los mayores son inferiores. Además, no siempre es el propio paciente quien agrede. En un tercio de los casos el agresor es familiar del paciente. Sin embargo, no existe un perfil del atacante, aunque un 9% tiene antecedentes psiquiátricos y un 8%, antecedentes de toxicomanía.
La cifra de 451 agresiones no ha sorprendido a los promotores del recuento. "Creemos que estos números van a subir. Cuando los médicos se sientan respaldados van a aumentar las denuncias". Aunque el doctor Becerra deja claro que el objetivo es que "esta lacra acabe".
Ataques en cifras
- 451 casos de agresiones a médicos contabilizaron en 2010 los colegios de médicos.
- 9 de cada 10 incidentes reportados ocurrieron en el sector público.
- Un tercio de los agresores es familiar del paciente.
- El 18% de los ataques acabó en lesiones y un 13% conllevó una baja laboral.
- El motivo principal es la discrepancia con el tratamiento.
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