¿Qué hacer con los datos de PISA? (y 2)
Los datos del estudio PISA indican la necesidad de las Administraciones de trabajar con una perspectiva de años sobre aspectos fundamentales de la educación. Ello implica la necesidad del Pacto de Estado sobre Educación y de abordar problemas esenciales de la enseñanza/aprendizaje de las materias fundamentales, si queremos una educación de calidad, dentro de un nuevo paradigma en educación que subyace a la implantación de la enseñanza por competencias. Entre ellos, la formación del profesorado y un cambio curricular adaptado a las necesidades de los individuos y de la sociedad del siglo XXI. Los actuales alumnos de educación obligatoria alcanzarán su madurez entre los años 2025 al 2040 y deben formarse para actuar en la sociedad que les tocará vivir.
La formación inicial del profesorado está en proceso de cambio. La formación del profesor novel sigue olvidada. La formación continua necesita una profunda reconsideración que supere el actual sistema de cursos. Se exige una formación práctica en relación al trabajo en el aula desde procesos de acción-reflexión. Para ello, es necesario la colaboración institucional que dé continuidad y contenido adecuado al desarrollo profesional de los docentes, incentivando la innovación e investigación, y promoviendo fundamentalmente el cambio didáctico en el aula.
Simultáneamente, debemos abordar un cambio curricular y, por ende, en los manuales escolares como referentes fundamentales de los profesores, que enfatice la capacidad de analizar y producir información, utilizando referentes científicos, matemáticos y lingüísticos, apostando por la competencia para plantear y resolver problemas y tomar decisiones. También suponen una referencia a su capacidad de seguir aprendiendo en el futuro.
Las necesidades educativas actuales desafían a la sociedad para que sustente un cambio en la educación obligatoria, basado en una concepción diferente de la naturaleza de los contenidos escolares y una nueva visión sobre su enseñanza y aprendizaje, acorde con las exigencias de la sociedad el siglo XXI.
Lorenzo J. Blanco es catedrático de la Universidad de Extremadura. Luis Rico es catedrático de la Universidad de Granada.
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