"En el PSC no tendríamos que esperar las derrotas para renovarnos"
Dice Montserrat Tura (Mollet del Vallès, 1954) que se ha pasado la vida "en la puerta de urgencias de la sociedad": gestora, alcaldesa, consejera... El Parlament le sabe a poco y quiere ser alcalde de Barcelona. Primero se medirá en primarias al actual edil, Jordi Hereu.
Pregunta. ¿Se siente aliviada por que la federación de Barcelona le haya perdonado los avales?
Respuesta. Hay que reconocérselo. Es un paso adelante en la neutralidad. En cualquier caso, la recogida de apoyos iba bien, un millar en 48 horas, y aunque habría que comprobar si pertenecen al censo de afiliados lo agradezco mucho.
P. Niega que sea la candidata del aparato. Pero ¿se reunió varias veces en Palau con José Montilla tras la derrota del 28-N para organizar una candidatura alternativa a Hereu?
"En 2010 la ciudadanía nos avisaba y no reaccionábamos"
"En pocos días me puedo aprender el callejero de memoria"
R. Es falso. Las semanas siguientes a las elecciones se produjo un cierto debate sobre quién debía encabezar la oposición en el Parlament.
P. ¿Conoce encuestas internas del partido que le avalen su candidatura en Barcelona?
R. Yo no he visto ninguna encuesta. Esta decisión se basa en la percepción general, en lo que sale publicado y en mi no resignación a un proceso en 2011 que se parece al de 2010: la ciudadanía nos avisaba y no reaccionábamos. Los socialistas tenemos que encontrar fórmulas distintas y en lugar de que la renovación pase porque venga otro partido y nos desplace, que pase por nuestra propia capacidad de renovación.
P. ¿Por qué gestiona tan mal los tempos el PSC?
R. En este caso el calendario electoral era inevitablemente malévolo: las elecciones autonómicas tenían que ser en otoño y las municipales en primavera.
P. Pero se hubiera podido comenzar a trabajar antes.
R. Es posible. Había personas que lo pensaban. Pensaban en la necesidad de unas primarias en Barcelona, pero luego tomaron otro camino inesperado que ninguno de nosotros quería. [Ferran Mascarell se fue de consejero.]
P. ¿La mesa del Parlament le viene pequeña y por eso se lanza a ser alcaldable?
R. Desde muy joven me dedico a gobernar, dirigir cosas. Es cierto que la mesa del Parlament es su Gobierno: sigo en la acción de gobernar una institución. Pero también es cierto que la adrenalina de resolver cosas del día a día se da mucho más en un cargo de trabajo intenso como es la alcaldía de la capital de Cataluña.
P. ¿Está ensayando para una eventual candidatura en el congreso de otoño del PSC?
R. Estoy ensayando un concepto de partido que hace tiempo que predico. Un partido abierto, que no tiene miedo a la relación abierta con ciudadanos y afiliados. Es una decisión que quiere marcar que es el propio partido el que debe renovarse y que no tenemos que esperar las derrotas para renovarnos.
P. Por mucho orgullo que tenga de Mollet, ¿no es lógico que los alcaldes vivan donde mandan?
R. Barcelona tuvo un alcalde, Narcís Serra, que vivía en Sant Cugat y no se le recriminó.
P. No quiere adelantar nombres de su equipo ni el programa, pero más allá de recuperar el entusiasmo, ¿cuáles cree que son las prioridades de Barcelona?
R. Seguir manteniendo su papel en el mundo. Y hacer compatible esta mirada con el trabajo de cerca, calle a calle. La mirada lejos no puede hacer perder de vista que un conjunto de barceloneses reclaman mejoras de proximidad. Hay que mezclar ambos objetivos y que pese a la crisis, Barcelona siga transformándose aunque con materiales más sobrios.
P. ¿Cuánto cuestan unas primarias?
R. Espero que no mucho porque los sistemas de financiación no están nada determinados.
P. ¿Cómo espera que la reciban en los barrios?
R. Con algunas voces críticas y otras favorables. Hay gente que ha dejado de ser activa en sus agrupaciones porque pedía cambios desde hace tiempos.
P. CiU se debe de estar frotando las manos.
R. Pues no debería. Nuestro adversario, el de todos, son ellos.
P. ¿Sabe dónde está Vallbona?
R. Es un barrio ubicado entre Ciutat Meridiana y Montcada.
P. ¿Y el bar Mendizábal? [En pleno Raval].
R. No. No soy muy de bares.
P. ¿Y qué bus va al parque Güell?
R. Tampoco, me muevo más en suburbano. De todas formas, si esto es un examen, en pocos días me puedo aprender el callejero de memoria.
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