Brufau se reunirá con afectados por los vertidos de Repsol

Tras ocasionar Repsol tres vertidos en la costa de Tarragona el último trimestre con cerca de 200.000 litros de crudo echados al mar, el presidente de la petrolera, Antoni Brufau, ha convocado este lunes a los principales cargos políticos de la provincia en la sede del puerto tarraconense para "reconducir la situación y tranquilizar a las autoridades", explicó un portavoz de la compañía.

La presencia de Brufau pretende revertir la preocupación después de que la sucesión de fugas calara entre la clase política hasta el punto de exigir a Repsol más inversiones en seguridad, y allanar el nuevo proyecto de la compañía en la zona: la explotación de dos pozos petrolíferos frente al delta del Ebro que la compañía prevé empezar a operar en septiembre si recibe el visto bueno del Gobierno, lo que debería concretarse el próximo mes, según fuentes de la compañía. Los grupos ecologistas se oponen al permiso de extracción de crudo.

El alcalde de Tarragona dice que será "contundente" con la petrolera

Las nuevas explotaciones de Repsol, con las que prevé triplicar la producción actual de 2.000 barriles al día que extrae la petrolera en la costa de Tarragona, ha disparado la oposición de entidades ecologistas después de que las prospecciones para estos pozos causaran, al menos, dos vertidos en verano de 2009 por los que hay imputados dos directivos de la petrolera por un posible delito contra el medio ambiente.

Brufau se reunirá con los representantes del Gobierno central y la Generalitat en la provincia, además de con los alcaldes de los municipios afectados por los últimos vertidos de Repsol (Tarragona, Vila-seca, Salou y Cambrils) en un escenario hasta ahora carente de gestos por parte de la industria petroquímica: tras la cascada de incidentes, la patronal provincial -con presencia notable del sector petroquímico- se limitó el martes a celebrar la desaparición del Departamento de Medio Ambiente como anticipo de una normativa medioambiental más laxa en Cataluña. Al día siguiente, otro vertido, el cuarto en tres meses, retrató a ojos de los ciudadanos una clase empresarial reticente a atender la sucesión de incidentes que inquieta ya al otro sector económico de la provincia: el turístico.

Brufau se encontrará con varios de sus interlocutores a la defensiva. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ya ha advertido que será "contundente" ante el presidente de la petrolera. Esta actitud es compartida por la Fiscalía de Medio Ambiente de Tarragona, cuyo titular, Ignacio Monreal, tiene ocho investigaciones abiertas por los vertidos de los últimos años. El fiscal reiteró ayer la idoneidad de crear un juzgado especializado en Medio Ambiente para dar más diligencia a los posibles delitos originados por los vertidos.