Repsol agilizará la inversión de 130 millones en seguridad para atajar los vertidos en Tarragona

Los tres vertidos de crudo causados por Repsol ante la costa de Tarragona en el último trimestre han forzado a la compañía a acelerar la inversión de 130 millones euros en seguridad para reducir el riesgo de fugas de crudo en la zona. Así lo ha admitido esta mañana el presidente de la compañía, Antoni Brufau, cuya presencia en Tarragona ha tranquilizado a los representantes del Gobierno, Generalitat y alcaldes de la zona presentes en la reunión convocada por el propio Brufau después de la sucesión de incidencias. "Se trata de inversiones ya previstas pero las circunstancias nos han llevado a acelerarlas", ha explicado tras reunirse durante cerca de dos horas con los representantes de la administración. "Es el inicio de una nueva forma de trabajar para evitar más vertidos", ha celebrado la subdelegada del Gobierno en Tarragona, Teresa Pallarès. "Salimos pensando que Repsol se ha puesto las pilas", ha añadido el nuevo delegado de la Generalitat en la provincia, Quim Nin.

El nuevo calendario de inversiones, que pretende completar en un plazo de unoscuatro años lo que estaba previsto concretar a lo largo de la próxima década, abre el interrogante de si la compañía había descuidado la puesta a punto de sus instalaciones en Tarragona. "Sí", ha resuelto el alcalde de Tarragona, el socialista Josep Félix Ballesteros. "Si se hubieran hecho las inversiones con anterioridad los últimos vertidos no habrían ocurrido", ha admitido Brufau. "Pero la seguridad absoluta no existe, nuestra voluntad es actuar ante cualquier error que podamos detectar, como ha pasado tras estos vertidos", ha argumentado. "Lo que ha pasado nos ha demostrado que era necesario acelerar la modernización de las infraestructuras".

Infraestructuras con más de 30 años

Las inversiones previstas se centran en modernizar las instalaciones de Repsol en Tarragona, construidas en su mayoría hace 30 años. La petrolera destinará 80 millones a modernizar el pantalán y los oleoductos que conectan el puerto de Tarragona con los pozos que explota desde la plataforma Casablanca, a unos 45 kilómetros de la costa. La compañía destinará a esta plataforma, operativa desde 1981, otros 50 millones de euros para revisar y actualizar los mecanismos de seguridad de la infraestructura que explota cuatro yacimientos prevé explotar otros dos a partir del próximo verano. Otras medidas no previstas hasta ahora serán la creación de un centro de control operativo durante 24 horas y la instalación de cámaras con visión de infrarrojos para detectar vertidos, tecnología que Repsol todavía debe ultimar.

Los alcaldes de Tarragona, Vila-Seca, Salou i Cambrils, municipios turísticos que se habían mostrado preocupados por la sucesión de fugas en la costa, se han mostrado satisfechos con la voluntad de Repsol y han asumido que la actividad de la petrolera en la provincia, el mayor polo petroquímico de la Europa meridional que concentra alrededor del 30% de la actividad del sector en España, comporta asumir inevitablemente el riesgo de vertidos. "Garantizar un riesgo cero es prácticamente imposible", asumió tras el encuentro el alcalde de Tarragona, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, quien la semana pasada anunció que sería "contundente" en esta reunión para garantizar que la petrolera "redujera a cero el riesgo de fugas".