Puig coloca a un político al frente de los Mossos d'Esquadra

CiU prometió en campaña acabar con el legado de Joan Saura al frente del Departamento de Interior y el nuevo consejero, Felip Puig, está dedicando sus primeros días en el cargo a que la promesa se haga realidad. Un político sin experiencia específica en la materia será el secretario de Seguridad y, por tanto, el jefe de los Mossos d'Esquadra, en sustitución de Joan Delort. Se trata de Xavier Crespo, alcalde de Lloret de Mar y diputado de CiU, que ahora ve premiada su lealtad al partido en los siete años que ha durado la travesía hasta recuperar la Generalitat. El hasta ahora alcalde encabezó la revuelta de los Ayuntamientos gerundenses por la gestión que hizo Interior de la nevada que afectó a Cataluña el pasado 8 de marzo, cuyos efectos se notaron especialmente en aquellas comarcas.

Un colaborador de Madí será el responsable de Comunicación

El Ejecutivo confía Universidades al democristiano Antoni Castellà

"Es uno de los mejores alcaldes de Cataluña", dijo Puig, quien anunció que busca el apoyo del presidente de la Generalitat a los altos cargos de su departamento. A Xavier Crespo le han de seguir un director de la policía, cargo que había ocupado Rafael Olmos hasta su dimisión en marzo de 2009, y un nuevo jefe del cuerpo de Bomberos de la Generalitat.

El consejero de Interior también se deshizo en halagos a Delort, a quien mantendrá como asesor personal "durante el tiempo que se considere oportuno". Delort, funcionario de la Generalitat con el máximo nivel posible, es un caso sin precedentes entre los altos cargos de la Administración autonómica, pues ha ocupado cargos en Interior con consejeros de CiU (Xavier Pomés y Núria de Gispert), PSC (Montserrat Tura) e ICV (Joan Saura). Ahora nada cambiará con la llegada de Puig, aunque las palabras del consejero sonaron a que la asesoría será temporal a la espera de otra salida mejor.

En ese empeño de acabar con el legado de Interior, el Gobierno catalán estudiará hoy la supresión del código ético de los Mossos d'Esquadra, una de las últimas medidas que adoptó Saura pese a la oposición de todos los sindicatos policiales y a la que CiU tampoco escatimó críticas, no ya por lo que supone de control de la actividad de los agentes, sino porque el presidente del comité ético es Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal anticorrupción y uno de los fiscales del caso Banca Catalana. Puig podría ventilar el código con una firma, pero pretende que la medida tenga el apoyo de todos los consejeros, para darle mayor enjundia.

Ayer seguramente le traicionó el subconsciente cuando arremetió contra las personas que "intentan fiscalizar la labor de la policía" en lugar de confiar en los agentes.

Sobre las cámaras de seguridad instaladas en las comisarías, Puig dijo ayer que él nunca ha abogado por su supresión. Mantendrá las que ya funcionan, pero las nuevas "funcionarán con otros criterios". Y es que todavía faltan por instalar decenas de cámaras en las dependencias policiales de Tarragona y Lleida. Delort nunca vio con buenos ojos esa medida y consideraba que era una manera de controlar la labor de los agentes, lo mismo que dice ahora Puig y que siempre han mantenido los sindicatos. Saura, por el contrario, sostenía que las cámaras también eran una garantía para los Mossos, ya que los blindaban de las denuncias falsas por malos tratos.

Otro nombramiento que el Gobierno oficializará en su reunión de hoy es el del democristiano Antoni Catellà como secretario de Universidades. Con él, el Gobierno espera atajar el malestar de algunos rectores por el incumplimiento de la promesa electoral de dedicar un departamento exclusivamente a las universidades. El Ejecutivo también ha decidido que el director de Comunicación sea Jordi Cuminal, un estrecho colaborador del hasta ahora responsable de Comunicación de Convergència, David Madí. El área de Juventud también tendrá hoy nuevo responsable: Antoni Reig, ex presidente del Consejo de la Juventud de Cataluña.