Roca dice ahora que era Jesús Gil quien llevaba el urbanismo en Marbella
El máximo imputado en el 'caso Malaya' admite un 'pelotazo' con dinero negro
Juan Antonio Roca, máximo imputado del caso Malaya, comenzó ayer a declarar sobre la trama de corrupción marbellí por la que se sentarán en el banquillo de la Audiencia malagueña 95 procesados. Todas las miradas estaban puestas en él. La incógnita era si aceptaría los cargos y decidía así colaborar con la justicia.
Todo quedó en un término medio. Roca reconoció que había aportado 742.000 euros de dinero negro en un pelotazo urbanístico en Puerto Banús y que los 1,5 millones que le correspondían se los depositaron en una fundación opaca de Liechtenstein, ya que no tenía intención de declararlos a Hacienda. Al mismo tiempo, echó mano de la vieja táctica de echarle la culpa al ex alcalde de Marbella Jesús Gil, ya fallecido. "El señor alcalde determinaba las condiciones de los convenios, lo que yo hacía en la oficina de Planeamiento Urbanístico era elevar propuestas", mantuvo.
El fiscal Anticorrupción, Juan Carlos López Caballero, considera que sus manejos en el urbanismo marbellí fueron claves para conseguir la recalificación de los terrenos.
El juicio, dividido en bloques, ha arrancado con la llamada operación Crucero Banús. La compra, recalificación y venta de estos terrenos reportaron unos beneficios de al menos 6,33 millones de euros a cuatro socios: el supuesto cerebro de la trama, Juan Antonio Roca, el ex edil de Gil y promotor Pedro Román, el ex comisario de policía Florencio San Agapito y el abogado Juan Germán Hoffman.
Roca, de 57 años, comenzó a declarar a la una de la tarde, cuando parecía que el presidente del tribunal, José Godino, iba a dar por terminada la sesión. En las últimas semanas se especulaba sobre posibles negociaciones con la fiscalía para "tirar de la manta" a cambio de una rebaja en los 30 años de cárcel que pide el ministerio público por blanqueo, prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude y cohecho.
El ex asesor de urbanismo testificó sin prisa y comprobando en sus notas cada cifra que daba. El fiscal le bombardeó durante unos 50 minutos durante los que Roca apenas varió el tono de sus respuestas.Sobre Crucero Banús, explicó que la parcela que compraron venía con un convenio previo y que Pedro Román lo renegoció con Jesús Gil. Fue "el señor alcalde" quien, según Roca, le pidió que duplicara las cesiones que tenían que hacer al Ayuntamiento, por ser para Román, algo que empeoraba las condiciones para los compradores. La parcela pasó de disponer de 532 metros cuadrados de superficie edificable para uso comercial a 11.406 metros para uso residencial.
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