El rabino barcelonés más famoso
Una exposición reivindica a Salomó ben Adret, del siglo XIII
"Dinà de malkuta dinà" (la ley del rey es la ley) responde Salomó Ben Adret a una consulta que le realiza una comunidad judía sobre si pueden impugnar la decisión de poner una reja que la divide, argumentando que es deber del rey proteger a todos sus súbditos, incluidos los judíos. En otra, asegura que un médico israelita puede asistir en el parto a una mujer cristiana pese a que el niño se educará en la idolatría; eso sí, siempre que sea "por remuneración". En una tercera explica la forma en la que la comunidad ha de pagar sus tributos. Son tres de los ejemplos de las responsas que el rabino barcelonés Salomó Ben Adret realizó en el siglo XIII y XIV y que extendieron su fama a todas las comunidades judías de la Europa medieval y norte de África, que es como decir de todo el mundo de entonces. Coincidiendo con los 700 años de su muerte, el Museo de Historia de Barcelona lo reivindica con la exposición Salomó ben Adret de Barcelona, 1235-1310. El triunfo de la ortodoxia, que puede verse en el centro Muhba El Call (placeta de Manuel Ribé).
"Sus 3.000 responsas en materia de jurisprudencia religiosa en las que aplicaba los textos sagrados de la Torá y el Talmud a la vida práctica fueron recopiladas por los mismos que les mandaban las consultas y se siguen estudiando por las comunidades judías actuales de todo el mundo", explica Manuel Forcano, que ha asesorado la exposición junto con Victòria Mora. "Es una exposición para ser leída, porque el call [barrio judío] fue arrasado en 1391 y miles de judíos asesinados", explica Forcano.
Junto con recipientes de cerámica y objetos de uso personal encontrados en las excavaciones arqueológicas del call, la firma del rabino conservada en un documento del Archivo Capitular de 1259, monedas, varias inscripciones y miniaturas de libros, la exposición realiza un recorrido por la vida y la obra de este barcelonés casi desconocido en la actualidad a través de varios paneles.
Ben Adret defendió las posiciones ortodoxas de la religión judía frente a los seguidores de las obras de Maimónides y proclamó en 1305 el Anatema de Barcelona, en el que condenaba a los que osaran estudiar "los libros griegos de filosofía". Según Joan Roca, director del Muhba, "la exposición explica la posición de Barcelona en los flujos de ideas y en las polémicas religiosas de la Europa medieval; es una muestra de historia cultural que nada tiene que ver con el etnicismo".
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