El consulado de Barcelona ve actitudes "separatistas" en el PSC
Los complicados equilibrios entre el PSOE y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) son escrutados con atención desde 2006 por el consulado americano en Barcelona en busca de elementos que permitan evaluar la fortaleza del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. La frase "te queremos José Luis, pero queremos más a Cataluña" que el presidente de la Generalitat, José Montilla, pronunció ante el presidente Zapatero en el congreso del PSC en 2008, marca un antes y un después en las relaciones entre el PSOE y su partido hermano en Cataluña, el PSC. Sectores de los socialistas catalanes asumen desde entonces una actitud "separatista" que puede dañar los intereses de todo el partido, asegura el cónsul en un cable.
Esta es la visión que el consulado de EE UU en Barcelona tiene acerca de las relaciones entre PSC y PSOE. En un cable de agosto de 2008, justo después del congreso del PSC, en el que resurgieron las tensiones entre ambos partidos y se alzaron voces en defensa de tener un grupo propio en el Congreso, el consulado alerta de que "la ruptura entre PSC y PSOE conduciría a la derrota de ambos partidos a nivel nacional y regional".
Aborto y eutanasia
En diferentes cables, el consulado alerta de la "radicalización" del PSC en lo que a demandas "nacionalistas" se refiere. Al redactor del informe le sorprende especialmente que el PSC prefiera disputarle el voto a Convergència i Unió más que basar el debate político en asuntos típicos de la izquierda como "el aborto, la eutanasia o la retirada de los símbolos religiosos de las escuelas". Lo atribuye al hecho que los socialistas catalanes prefieren estar en el centro político y que estos, tradicionalmente, hayan mantenido una "estrecha relación" con la Iglesia.
Pero de lo que más se sorprende el redactor del documento es que para disputarle votantes a CiU los socialistas catalanes, o un sector de estos, se dediquen a pelearse con el PSOE. Lo dice por la "agresiva" negociación por la financiación autonómica que el consejero Antoni Castells mantuvo con el ex ministro de Economía, Pedro Solbes.
Ya en aquel momento, la diplomacia americana vaticinó dificultades para un PSC que a su juicio busca el equilibrio entre "mantener el poder en Cataluña y sus relaciones con el PSOE". La reciente y estrepitosa derrota de Montilla podría haberles dado la razón.
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