Una cena con "un aire" al 'caso Palau'

"Hay un chico de Reus que apunta maneras", decía ayer Àlex Rigola. "Y ha ido muy rápido porque enseguida le han hecho director del Lliure", añadió siguiendo su broma. El susodicho de Reus es, claro, Lluís Pasqual, en su día fundador del teatro cuyas riendas retomará la próxima temporada. Antes volverá al Lliure de Gràcia con Celebració, la obra que el próximo jueves estrena en Temporada Alta, donde podrá verse hasta el domingo.

Pasqual dirige por primera vez una pieza de Harold Pinter, la última que escribió el autor británico, al que en 2005 se le concedió el Nobel de Literatura. Pinter situó su obra en un restaurante de lujo al lado del Covent Garden, en Londres, pero Pasqual ha acercado los escenarios al entorno local. Aquí la historia transcurre "en cualquier restaurante un poco gilipollas de Cataluña", explica, donde cuatro parejas, en tres mesas distintas, cenan. Pasqual la describió como una velada que tiene "un aire" al escándalo del Palau de la Música: "La raza de los Millet podría hacer perfectamente una cena como esta".

El reparto de esta mordaz crítica en clave de comedia a la alta sociedad actual está encabezado por Jordi Bosch, Eduard Farelo, Marta Marco y Miriam Iscla, acompañados en escena por Roger Coma, Clara Segura, Boris Ruiz, Àngels Moll y Pep Sais. Los protagonistas, explica el director, viven cercanos a la "congelación". "En el aniversario de boda se tienen que emborrachar, tienen que reír... Es una mentira que se han inventado para ir viviendo, pero se hace insoportable", describió ayer Pasqual, que subrayó que "es una obra de actores, no de director".

"No es una comedia divertida y ya está. Por dentro tiene un punto de amargor. Hay una profunda mala leche", adelantó. "Estos seres pasan su existencia adoptando un tono formal, pero son igual de sinvergüenzas tanto al final como al principio de la obra, se acostumbran a vivir mal con una apariencia espléndida".

Pasqual, sucesor de Rigola frente al Lliure, confesó ayer que ya se ha instalado en el teatro barcelonés. "Tengo un despacho en la buhardilla", dijo, entre risas. Tanto el director de Temporada Alta, Salvador Sunyer, como el propio Rigola habían tratado ya antes de llevar a Pasqual al festival gerundense. "Pero la agenda de Lluís no lo permitía", explicaron ambos. El espectáculo es una coproducción de El Canal Centre d'Arts Escèniques de Salt/Girona y el Teatre Lliure, y se podrá ver en el segundo del 13 de enero al 28 de febrero.