'B-side', retrato crítico de la Barcelona musical oculta
El documental es un género cinematográfico que cuenta con un añadido de veracidad. En el caso de B-side, dirigido por Eva Vila, este punto se acrecienta. La cinta se estrenó ayer en el cine Alexandra después de haber sido invitada por los festivales de Rotterdam, Lisboa y Cali, y la National Gallery de Washington. Permanecerá en esa sala una semana. B-side aporta un retrato sobre la vida de un año musical en Barcelona, de la música que no se ve. Desde luthiers y estudiantes de último año de piano, hasta big-bands y mitos como Pau Riba o Josep Soler. Lejos de los estadios, Eva Vila muestra, con fuerte pulsión poética, el latir cotidiano de Barcelona.
El documental expone las dificultades para ganarse la vida como músico en Barcelona y las contradicciones que provocan en los profesionales. También describe la relación entre alumnos y maestros, que parece un bucle sin límite ya que no termina nunca el aprendizaje.
Alberto Pérez, trompeta multiempleado en la Barcelona Jazz Orquestra y en la banda de Muchachito Bombo Inferno, lo clava: "Lo bueno de esta profesión es que siempre tenemos un nuevo objetivo, la vida así se vive mejor, yendo hacia el intangible. Nunca lo lograremos, pero ese es el objetivo en realidad". Pero no todo es filosofía homérica y se suceden los traumas de una profesión "desbordada".
