Ronda política
Todo el cine es ideológico, toda película contiene una interpretación de la historia; no obstante hay gentes, incluso críticos, que oyen hablar de cine social o político y sacan las pistolas. El término no está de moda. Sin embargo, en la malagueña ciudad de Ronda comenzará mañana un nuevo festival bajo el lema Cine político para el siglo XXI, que reunirá a cineastas, políticos y analistas que en torno a un buen número de películas recientes van a discutir su significación. Un premio a Ken Loach y Paul Laverty; una mesa redonda sobre quién maneja los hilos en el mundo de hoy; un homenaje a José Saramago presentado por Baltasar Garzón, seguido del estreno de un documental sobre el Nobel producido por los hermanos Almodóvar; películas actuales a concurso, documentales, cortos... Se trata de una propuesta original y necesaria, que coincide con otra de tipo análogo que se organizará en Buenos Aires en marzo del próximo año. Algo flota en el ambiente para que en lugares tan distantes surjan iniciativas similares.
Que en Ronda estén enterradas las cenizas de Orson Welles da al festival una dimensión cinematográfica singular, precisamente ahora que acaban de cumplirse 25 años de la muerte del genio cuyas películas Ciudadano Kane, El proceso, Sed de mal, El extraño o Mr. Arkadin nadie negaría que tienen intención de denuncia política. Pero ahora, más que mirar al pasado, a los organizadores del festival les interesa concentrar sus energías en el aquí y ahora. Con pocos medios económicos pero con entusiasmo incombustible, se inicia este nuevo certamen, que ojalá tenga feliz continuidad.
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