Diálogo de maestro y alumno
La galería Manel Mayoral confronta por primera vez la obra de Joan Miró con la de Miquel Barceló
En 1989 el pintor mallorquín Miquel Barceló dibujó un rectángulo que llamó El arte catalán. En su interior escribió tres nombres: Joan Miró, Antoni Tàpies y el suyo. "Siempre me ha entusiasmado esta falta de vergüenza y humildad que llevó a Barceló a colocarse así en el arte catalán", comenta Biel Mesquida. El escritor mallorquín es el comisario -"prefiero curator, que lo otro suena a policía", dice- de Mirós Barcelós, una exposición que confronta a través de 34 obras el trabajo de los artistas que puede verse hasta el 7 de enero en la galería Mayoral (Consell de Cent, 286).
"Pese a sus universos diferentes, los dos tienen muchos puntos en común", señala Mesquida. "Ambos han inventado su propio código de signos para expresarse de una manera exageradamente viva y bulliciosa y el hecho de que, aunque no lo parezcan, son figurativos ya que parten desde lo real y lo táctil hacia lo cósmico y lo abismal", explica Mesquida, junto a las Germinacions, obra pintada por Barceló en 1986 que remite a las famosas constelaciones mironianas.
"Me gustaría que la gente realizara una mirada lenta, que se entretuviera y descubriera aspectos que a primera vista pasan desapercibidos", reclama el escritor mallorquín para descubrir obras como In Extremis III (1994), una gran naturaleza muerta de Barceló que dialoga con Femme (1977) de Miró, una figura femenina. La escultura, "un trampolín de creación para ambos", proporciona otro tipo de afinidades a estos "catalanes de ultramar", según Mesquida. En la exposición se contraponen obras como Llobarro i llagosta, creada por Barceló en 2003, y Monument, de Miró y Llorenç Artigas, de 1956.
Las obras de Miró, dibujos, cerámicas, esculturas y óleos, se mueven entre 1945 y 1981, año en el que pintó un personaje carnívoro con tres caninos que sobresalen dentro de una boca cuadrada. De esa fecha es la primera pintura de Barceló, un collage en el que aparece un perro que corre a toda velocidad.
Según Manel Mayoral, la idea de la exposición surgió hace seis años. "A Barceló le encantó la idea, y realizó la primera selección de las obras suyas que se exponen a partir de nuestros fondos", señala. El galerista, que destaca Oiseay s'enfuyant, creado por Miró en 1959, por la calidad de la pintura y porque el artista aparece representado en cuatro fotografías en diferentes estadios de creación de su obra, asegura que esta es la exposición más importante organizada en 21 años por su galería. Por su parte, Mesquida asegura que esta experiencia le anima en la posibilidad de organizar un proyecto más ambicioso: la de mostrar por primera vez juntas obras de Miró, Tàpies y Barceló. "Seguro que acabaría itinerando por todo el mundo y daría una visión diferente de la obra de estos tres artistas".
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