El Gobierno reprocha a Marruecos la violencia ejercida en el Sáhara

El Gobierno español reprochó ayer la actuación de Marruecos en el conflicto del Sáhara, en un ejercicio de equilibrismo diplomático para no dañar las relaciones con el país vecino. La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que compareció al término del Consejo de Ministros, calificó de "graves" los sucesos vividos en los últimos días en El Aaiún, rechazó "la violencia" como forma de tratar el conflicto y exigió el "esclarecimiento urgente de las circunstancias del fallecimiento del ciudadano español" Babi Hamday Buyema, muerto en los disturbios. También reclamó a Rabat que levante el bloqueo informativo a la prensa española.

Horas antes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró en Seúl, donde asiste a la cumbre del G-20, que la respuesta del Ejecutivo a la crisis del Sáhara es la respuesta "responsable, sensata y prudente para la solución del conflicto y también para los intereses de España". "Los intereses de España es lo que el Gobierno tiene que poner por delante", remachó Zapatero. En el mismo sentido, la jefa de la diplomacia explicó que la relación con Marruecos es "esencial" en términos de terrorismo, inmigración, narcotráfico y comercio. Rabat mantuvo ayer el cerrojo informativo sin permitir el acceso a El Aaiún de la prensa.