Zapatero y Rajoy se tachan de "demagogo" y "autoritario"

"Antidemocrático, dictatorial, autoritario y miedoso", le dijo ayer Mariano Rajoy a José Luis Rodríguez Zapatero a propósito del veto a la enmienda a los Presupuestos, compartida por siete partidos con representación parlamentaria, para eliminar la congelación de las pensiones. Y el presidente del Gobierno le respondió al líder del PP en la sesión de control del Congreso que su posición es "demagógica" y que tuvo que adoptar esa decisión por sentido de la responsabilidad.

"Debemos cumplir nuestros requerimientos para reducir el déficit y para consolidar las cuentas públicas de España. Eso es ejercer la responsabilidad, aunque a usted le sirva, como casi siempre hace, para intentar hacer demagogia, demagogia y demagogia con las pensiones", aseguró Zapatero.

Su otro argumento fue asegurar que en seis años de su Gobierno se han subido las pensiones ocho veces más que cuando el PP estaba en La Moncloa. "No me hable de sensibilidad hacia los pensionistas, porque la sensibilidad se demuestra con los hechos, y se demuestra cuando se está en el banco azul, no en la oposición", le dijo el jefe del Ejecutivo.

Contener el gasto

Su otro argumento es que la congelación se aprobó en mayo en el decreto de recortes. Desde entonces se han aprobado una decena de iniciativas no vinculantes de distintos grupos y el Gobierno ha vetado las que sí tenían fuerza de ley y podían servir para rectificar la decisión del Gobierno.

Zapatero defendió su derecho a acogerse al artículo de la Constitución que permite el veto de iniciativas que supongan incremento de gasto o disminución de ingresos: "Quien se acoge a un derecho no ofende".

Cuando el PP gobernó nunca usó esta prerrogativa, y ayer mismo la Mesa del Congreso acordó por unanimidad dirigirse al Ejecutivo para que nunca más pueda vetarse una iniciativa cuando ya ha empezado el debate. El PP protestó la pasada semana porque la Comisión de Presupuestos se inició sin conocer el veto, por lo que empezó el debate y lo que no pudo hacerse es votar la enmienda.

La ley permite al Gobierno un plazo de 15 días para comunicar el veto a las iniciativas. El propósito de la Mesa del Congreso es que ese plazo no se cumpla antes de que se convoque la comisión o el pleno que ha de debatir la iniciativa. Esta era la única ocasión en la que se ha producido un veto posterior al inicio del debate de la iniciativa. El PP lo ha llevado al Tribunal Supremo y al Constitucional.