La economía catalana reduce su crecimiento a un escaso 0,1%

La economía catalana echó el freno entre julio y septiembre al crecer un 0,1%, frente al 0,2% del trimestre anterior. Según el boletín trimestral del Departamento de Economía y Finanzas, la debilidad del consumo privado, la retirada de los estímulos fiscales y los planes de austeridad de las administraciones explican el empeoramiento de la evolución del producto interior bruto (PIB). Sin embargo, la economía logró consolidar la salida de la recesión gracias al empuje de las exportaciones y a una buena temporada turística.

La industria sigue liderando la salida de la crisis con una subida del 1,4% en comparación al mismo trimestre del año pasado. La producción industrial subió un 4,8% hasta agosto tras encadenar sendas caídas del 8,3% y el 15,7% en 2008 y 2009. Las exportaciones también crecieron, el 17%.

Además de la industria, el segundo apoyo de la economía fue el turismo. Cataluña cerró la temporada de verano con el 3,7% más de viajeros. Y estos, a su vez, gastaron el 9,8% más que el año pasado. Los extranjeros, pues, compensaron en parte la pérdida de pulso del comercio, que solo avanzó un 0,2% a causa del efecto que tuvo la subida del IVA de julio -los consumidores anticiparon sus compras- y el fin de los estímulos fiscales.

Aun así, la economía catalana deja atrás los números rojos puesto que, por primera vez en ocho trimestres la variación interanual de PIB -la relación entre el tercer trimestre de 2010 con el mismo periodo de 2009- es nula. Es decir, en comparación con el año pasado, la economía catalana ni sube ni baja. Al margen de esta lenta recuperación está la construcción, que cedió todavía un 5,4% lastrada por el ajuste de cinturón de las administraciones, cuya inversión en obra pública ha descendido este año.