Cronistas del entierro
Una empresa madrileña revoluciona el recordatorio fúnebre haciendo biografías y documentales "periodísticos"
El negocio fúnebre es conservador. Aunque el Día de Todos los Santos sea más celebrado, al menos en su vertiente lúdica, como la fiesta de Halloween. Y el Día de Difuntos y sus consabidos buñuelos de viento reculen ante la fortaleza de las calabazas y los disfraces de bruja. Pero los ritos funerarios se resisten a los cambios. Sin embargo, dicen los expertos que algo se mueve en los cementerios. Modas. Modernidad. Se transforma la rutina de la muerte. Urnas ecológicas o con forma de balón, libros y documentales sobre el finado, publicaciones regaladas a pie de ataúd para sobrellevar el duelo... Aunque todavía casi el 70% de los óbitos se resuelven con el entierro ritual.
"Poco a poco ha cambiado la percepción del servicio funerario", confirma Víctor Humanes, director de marketing del Grupo ASV Servicios Funerarios, expertos en el asunto y gestores de más de 40 tanatorios en España. También Jesús Pozo, director de la revista del sector Adiós, coincide con ese diagnóstico: "Cada vez hay más novedades y algunas son incipientes, como la obsesión ecológica, pero llegarán cada vez con más fuerza".
El libro más caro se llama 'Historia de una vida' y cuesta 3.000 euros
Una de esas novedades la encarna una empresa madrileña. Memoralia, dirigida por Jorge Escohotado, tuvo una idea. Se trataba de crear biografía y documentales "con técnicas profesionales" para recordar al difunto. "Dentro de poco quedarán obsoletas las escuetas reseñas de los periódicos donde los familiares o compañeros de trabajo transmiten en breves palabras sus condolencias", vaticina Escohotado, que también cree que "van a pasar a la historia los recordatorios que hacen las familias y en las que solo viene el nombre y la fecha de fallecimiento". Su propuesta es más ambiciosa. "Queremos aplicar las técnicas periodísticas del reportaje, la entrevista, la crónica y el obituario".
Uno de los servicios estrella de esta compañía, única en su género en España, es el libro biográfico. La idea es plasmar "la trayectoria vital del fallecido". Más modesto, pero también más audaz que lo habitual, es su versión del recordatorio fúnebre. Un periodista profesional escribe una semblanza que acompañada de un retrato se entrega durante el funeral. "Es un memorándum mucho más completo y personal para entregar a los que asistan al sepelio, pero también para luego poder publicarlo en prensa". En Barcelona otra empresa, Intermedia, tiene servicios parecidos. Lo que hacen es elaborar crónicas periodísticas de los entierros, Crónica de un adiós.
En Memoralia tienen tres formatos distintos de libro. Cada uno con su nombre, su grosor y su precio. El más económico vale 750 euros, tiene 50 páginas y se llama Recuerdo de una vida. El intermedio cuesta 900 euros, tiene 90 páginas y se llama Crónica de una vida. Por el más caro hay que abonar 3.000 euros, tiene un número de páginas indeterminado y se llama Historia de una vida.
Las nuevas tecnologías también reciben atención por parte de la empresa madrileña. Entre sus ofertas hay un blog en Internet para que familiares y amigos del muerto puedan expresas sus condolencias.
Pozo, de la revista Adiós, cree que estas novedades ayudan a superar "el pequeño lío que nos hacemos con la muerte". Y en su carrera por una "normalización de la relación con el final de la vida" y la dignificación de las letras relacionadas con la muerte, ha inaugurado un concurso de "tanatocuentos". Esto es, pequeños relatos "sobre el rito funerario".
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