A buenas horas, mangas verdes
Leo con estupor e indignación que el Gobierno anuncia que va a vigilar a las entidades bancarias en lo que hace referencia a la reactivación de la concesión de créditos a las pymes.
Ahora, cuando la falta de responsabilidad social de las entidades bancarias y el corte de las líneas de crédito ha destruido ya buena parte del tejido productivo formado por pequeñas y medianas empresas; cuando esta mortalidad empresarial ha conllevado la destrucción de puestos de trabajo y ha llevado a la ruina a muchas familias; cuando, mientras esto pasaba, la banca ha mantenido sus obscenos beneficios tras sanear su situación con el dinero de los ciudadanos y el presidente del Gobierno justificaba su buena conducta frente a los auténticos responsables de la crisis.
Ahora, que todo esto ha pasado, el Gobierno decide vigilar que cumplan con la única función social que puede tener un sector que no genera riqueza real alguna: la intermediación entre el dinero y los ciudadanos.
Creo que lo que los ciudadanos necesitamos es una posición firme y realmente de izquierdas: nacionalización de las cajas de ahorros, sanciones claras contra las medidas abusivas de la banca, independencia real de los partidos políticos con respecto a los créditos bancarios. En fin, medidas reales y que no atenten contra nuestra inteligencia.
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