A vueltas con las pensiones

Una de las ideas que están imponiendo los neoliberales europeos es la reforma de las pensiones. Como fórmula para salvaguardar el sistema proponen aumentar la edad cotizable, algo que rechazan totalmente los ciudadanos de la Unión Europea. En Francia, uno de los países donde mejor funcionan los sindicatos, las huelgas están causando estragos por falta de transportes y carburantes.

Hay soluciones que no desean ver los políticos temiendo que sean peores que las que proponen. En relación a la inmigración, Francia, Italia y España no deberían tener problemas en darle una solución a las cajas de pensiones admitiendo que tenemos inmigrantes que cubren puestos de trabajo baratos que los españoles no quieren, mientras que los patronos se aprovechan de la situación para tenerlos trabajando sin contratación y sin realizar pagos a la Seguridad Social. Los Gobiernos temen el aumento de la xenofobia que activan algunos políticos, más interesados en lograr votos que en el bienestar de los españoles. Como solución, y al más puro estilo oriental, el todavía presidente de la patronal CEOE, Díaz Ferrán, señalaba hace poco que hay que trabajar más y cobrar menos.

Con el pasar del tiempo observamos que fue el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera el que realizó la mejor opción política legalizando a los emigrantes que trabajaban, consiguiendo con ello el saneamiento de las cajas de pensiones, regularizando una situación viciada por algunos empresarios ávidos de tener beneficios sin contribuir a que nuestro país funcione. Es en este sentido hay que buscar soluciones inmediatas para sanear las cajas de pensiones y la emigración. Y, en todo caso, si la reforma debe apuntar al aumento de la edad de jubilación, que sea de forma voluntaria e incentivada.