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Una anciana muere envenenada en un geriátrico

La policía detiene a un celador e indaga si actuó por compasión

Rebeca Carranco

A Paquita Gironès Quintana, de 85 años, la asesinaron la madrugada del domingo al lunes dándole de beber un líquido tóxico, muy corrosivo, que le quemó las vías respiratorias, el esófago y la boca. El mismo lunes por la noche, los Mossos d'Esquadra detuvieron a J. V. D., de 45 años. El hombre ejercía de auxiliar de enfermería y de celador en el centro geriátrico La Caritat de Olot (Girona), donde vivía la mujer. La policía autonómica investiga, tras tomar declaración al detenido, si este la mató para evitarle los sufrimientos derivados de su avanzada edad, aunque no descarta el móvil económico.

La anciana estaba ingresada desde hace más de dos años en el geriátrico, conocido por acoger a personas con pocos recursos económicos. Paquita padecía movilidad reducida y tenía que usar silla de ruedas. En un primer momento, los médicos pensaron que se trataba de un suicidio.

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"Me dijo que quería vivir en la residencia para estar mejor", explicó ayer su hermano, Josep Quintana, de 78 años. El hombre, que estaba algo distanciado de su hermana, desconocía que hay un detenido acusado de su asesinato.

En la residencia de Olot, según explicó Josep, hace años que está ingresada también su otra hermana, Lourdes Quintana, de 83 años. Este periódico trató ayer de obtener sin éxito una explicación del centro, para el que hacía varios años que trabajaba el detenido. Algunos trabajadores aseguraron que era un empleado amable.

Tras pasar la noche en comisaría, el detenido acudió ayer por la mañana al geriátrico con la policía para la reconstrucción del crimen. Los agentes se llevaron bolsas con lejías y detergentes.

Paquita hacía años que estaba viuda y no tenía hijos. Su hermano Josep explicó que ya solo le quedaban su hermana Lourdes y él, con el que apenas tenía relación. Su otro hermano, Pere, de 73 años, murió en agosto. La única posesión que le conoce su hermano Josep es un piso.

Emigrada desde un pueblecito vecino llamado Hostalets d'en Bas, Paquita se instaló en Olot. Antes vivió unos años en Barcelona, adonde se trasladó de joven para trabajar en una casa haciendo labores del hogar y de niñera. Allí conoció a su marido, Agustí Sierra. Su hermano explicó que era una mujer abierta y simpática y no le extrañó que pudiese haber depositado su confianza en un extraño.

El detenido permanecía a última hora de ayer todavía en las dependencias policiales, a la espera de pasar a disposición judicial. La muerte de Paquita no es la única relacionada con este centro geriátrico. Hace un año un hombre se suicidó saltando por la ventana, pero los Mossos d'Esquadra no consideran que los dos casos estén relacionados.

J. V. D., ayer durante la reconstrucción del crimen, en Olot.
J. V. D., ayer durante la reconstrucción del crimen, en Olot.EFE

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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