Una visita de alienígenas anunciada

Nueva York es el escaparate mediático soñado por todo creador publicitario. Decenas de campañas se presentan en la ciudad a diario. Y conseguir atención no es fácil. Pero si la casualidad y lo bizarro se alían, el efecto puede ser contundente. Es lo que ocurrió el pasado miércoles 13 de octubre. Un día que, en el mundo de quienes creen que no estamos solos, se esperaba con ansiedad.

Sucede que el libro Challenges of Change, publicado hace un mes y escrito por el oficial de la fuerza aérea Stanley A. Fulham, anunciaba que ese día decenas de ovnis se posarían sobre las principales ciudades del planeta para iniciar contactos alienígenas dirigidos a salvar al planeta de la catástrofe ecológica en la que está inmerso. Y como por arte de magia, decenas de avistamientos se produjeron en Manhattan a lo largo del día, aunque ayer ya nadie lo recordara. "¿Ovnis? No sé de qué me habla", declaraba un viandante.

Quienes miraron aturdidos hacia el cielo no sabían que el Ayuntamiento de Madrid había aterrizado en Manhattan con 5.000 globos para promocionar los placeres terrícolas que ofrece la capital española. "Los repartimos de uno en uno con un folleto informativo, pero quién sabe si muchos de ellos acabaron en el cielo o si a los repartidores se les escaparon en grupo", explicaba ayer Pablo Bautista, consejero delegado de Promoción Madrid.

En algunas cadenas, como Fox, alguien identificó aquellas manchas voladoras con los globos amarillos, mientras que en medios como The Huffington Post la propiedad de los globos avistados se le atribuía a una escuela que estaba de celebración. Los creyentes, por supuesto, reniegan de los globos madrileños. Por si a alguien le quedaban dudas, la Federal Aviation Administration confirmó a este diario, por vía de su portavoz, Jim Peters, que aquel día "no hubo ovnis sobre Manhattan".