Por un mundo menos injusto

El 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Mientras que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo nos indica que el año pasado 1.400 millones de personas vivían con poco más de un dólar al día, el Informe sobre la riqueza mundial, elaborado por Capgemini y Merrill Lynch, nos comunica que el número de personas muy ricas en el mundo ha crecido durante el año 2009 hasta alcanzar los 10 millones, un 17,1% más que en el año 2008. Estos 10 millones de personas acumulan una riqueza que ha aumentado un 18,9% respecto a 2008, cifrada en 39 billones de dólares. Esta cifra se refiere solo al efectivo invertible, sin tener en cuenta primeras residencias ni colecciones de arte ni otros bienes consumibles.

Entre este grupo destacan aquellos que tienen un mínimo de 30 millones de dólares en efectivo invertible. Este reducido grupo de privilegiados entre los privilegiados incluye unas 90.000 personas que acumulan casi 14 billones de dólares.

Estos datos nos muestran el rápido proceso de acumulación y concentración de la riqueza y evidencian la necesidad de establecer mecanismos efectivos para parar esta inmoralidad. Las tasas a las transacciones financieras internacionales, la lucha contra los paraísos fiscales, la abolición de la deuda ilegítima y el establecimiento de fuertes sistemas de protección social son, entre otros, elementos que pueden hacer del mundo un lugar un poco menos injusto.