La mayoría de hospitales públicos custodia mal las historias clínicas
Cualquiera puede consultar los documentos sin justificar para qué lo hace - Protección de Datos da a 159 centros seis meses para corregir la situación
El primer informe realizado por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) sobre la custodia de las historias clínicas en los hospitales revela "graves deficiencias", según el director de organismo, Artemi Rallo. Tanto, que al 60% de los centros públicos se les ha enviado un requerimiento para que en seis meses subsanen los fallos. Documentos que no se guardan bajo llave, que se pierden o pueden ser leídos por cualquiera cuando son transportados, y falta de control sobre quién y para qué los consulta son las principales irregularidades detectadas. Algo quizá lógico si se tiene en cuenta que el 60% de los centros no realiza las preceptivas auditorías bienales sobre la seguridad.
El estudio se hizo pidiendo datos a todos los hospitales de España, con tres excepciones: los públicos del País Vasco y Madrid y todos los de Cataluña, que han quedado fuera porque son competencia de las agencias autonómicas de protección de datos. En total, 605 centros, de los que 43 directamente no aportaron la información requerida. El resultado es mucho peor para los públicos que para los privados (de estos suspende el 15%).
300.000 euros de multa
Los centros públicos serán conminados a arreglar la situación; los privados pueden ser sancionados con multas que van de los 60.000 a los 300.000 euros, sobre todo los que ni siquiera contestaron. Esta diferencia se hace siempre entre instituciones públicas y privadas ya que multar a las primeras sería, en el fondo, castigar al contribuyente.
Esta desidia en la custodia contrasta con la dificultad que tienen algunos usuarios para acceder a sus historias. Rallo recuerda que es obligatorio darla a quienes la piden (con la excepción de las "anotaciones subjetivas" de los médicos). Pero el año pasado la agencia recibió 55 denuncias porque esto no se hacía, y este año ya van por 50.
El cuidado de los datos tiene otro componente que genera especial inquietud: que un 86% de los centros han externalizado servicios, desde los análisis hasta la guarda de las historias, y eso es una posible fuente de riesgos.
La informatización, en teoría, debería ayudar a un mejor control, dice Rallo, aunque la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Salud Pública critica que en algunas comunidades, como Madrid, su gestión se haya contratado con empresas que también son consultoras de laboratorios, lo que podría facilitar el tráfico de datos.
Radiografías en la basura
La mayoría de las infracciones en la custodia de las historias clínicas descubiertas son sistemáticas: obedecen a la manera en que día a día se manejan. Es el caso de la sanción impuesta por la Agencia de Protección de Datos en 2008 a la Agencia Valenciana de Salud, porque almacenaba los historiales médicos en lugares inseguros y los transportaba en carros como los de los supermercados que quedaban al alcance de cualquiera.
Otros casos parecen esporádicos. Son las diversas ocasiones en que historias clínicas o fichas médicas han sido localizadas en la basura. La agencia recuerda, por ejemplo, los casos de las tarjetas sanitarias de centros de salud de Lorca, Totana y Aledo (Murcia) que fueron halladas en un contenedor de escombros en el año 2009, o los documentos encontrados en los cubos de la basura del Hospital General de Segovia.
Internet también juega malas pasadas. En 2008 un error de un empleado colgó en el programa eMule de intercambio de archivos las historias de 11.000 pacientes del Centro Médico Lasaitasuna, en Bilbao.
Y existen otros casos que hay que vigilar con cuidado, como el ocurrido en el Instituto Médico Quirúrgico San Rafael, que entregó a un hombre la historia clínica de su ex esposa, sin que esta hubiera dado permiso.
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