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Reportaje:

Los violentos agitan Barcelona

Participantes habituales en desórdenes se unieron a los antisistema en los graves ataques del día de la huelga

Jesús García Bueno

Las 500 personas que enturbiaron la huelga general en Barcelona, hostigaron a la policía durante nueve horas y causaron graves disturbios en el centro de la ciudad no integran una guerrilla urbana ni están organizados para la lucha callejera. Los perfiles de los 43 detenidos por los altercados revelan que se trata de una amalgama que, bajo la etiqueta genérica de antisistema, engloba a jóvenes de orígenes y motivaciones muy distintas. En una cosa sí coinciden: periódicamente sumen Barcelona en el caos -y dañan, así, la imagen de la ciudad- aprovechando actos multitudinarios.

Los alborotadores pertenecen a colectivos antisistema con cierto aparato ideológico: okupas, skinheads que se denominan antifascistas, jóvenes vinculados a la izquierda independentista o a movimientos sociales. Entre ellos, los miembros de un colectivo que convocó el acto en homenaje a la colaboradora de ETA Laura Riera. Pero también son jóvenes con ganas de soltar adrenalina enfrentándose a la policía, o ladrones que se infiltran en medio de las masas para saquear tiendas. El jueves, cuatro personas con antecedentes por hurto se sumaron a los violentos en el saqueo de una tienda de Levi's en el centro, uno de los comercios afectados. Los daños en el mobiliario urbano, además, ascienden a 262.500 euros.

un tercio de los arrestados son estudiantes de países europeos

No es un caso aislado. El 40% de los 43 detenidos por los Mossos (60 en toda Cataluña) tiene antecedentes policiales, reveló ayer el consejero de Interior, Joan Saura, que prometió mano dura con los violentos y aseguró que "no saldrán impunes". Los antisistema causaron más estragos que de costumbre gracias, en parte, a la okupación cuatro días antes de la huelga de la antigua sede de Banesto, un edificio de cinco plantas en el corazón de Barcelona que usaron como cuartel general para preparar los altercados.

Allí se refugiaron tras las primeras cargas policiales y desde allí arrojaron objetos contundentes a los agentes, lo que provocó que éstos entraran en el edificio "ante la comisión de un delito flagrante". Interior y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, lamentaron que el juez no permitiera el desalojo del edificio antes del jueves.

Más allá de la polémica, el problema de Barcelona con la minoría violenta preocupa a las instituciones. Algunos de los detenidos, por ejemplo, han participado en anteriores episodios de violencia callejera: la celebración de los sucesivos títulos del Barça o la manifestación estudiantil contra el proceso de Bolonia, que acabó en batalla campal.

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Un tercio de los arrestados en Barcelona son extranjeros, la mayoría universitarios de la Unión Europea que estudian en Barcelona y que también se han sumado a los antisistema. Entre ellos, hay dos del Reino Unido, Italia, Venezuela y Rumania y uno de cada uno de los siguientes países: Dinamarca, Portugal, Francia, México, Turquía e India.

Casi todos son jóvenes (entre 18 y 25 años) aunque también hay tres menores. Por ahora no están demasiado organizados, lo que dificulta la labor policial.

Contenedores incendiados en el centro de Barcelona el día de la huelga general.
Contenedores incendiados en el centro de Barcelona el día de la huelga general.AFP

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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