Muchos profesores, menos alumnos
"Como salgas del coche, yo soy un piquete y no te dejo entrar", dice un niño a otro. Al final le deja abrir la puerta antes de que llegue el padre, que acaba de dejar a la más pequeña en el colegio público Aldebarán, en Tres Cantos. La niña es una de los 30 alumnos que llegan al colegio al amanecer. Abre a las 7.30 y ofrece desayuno antes de iniciar las clases. Ayer faltó el 30% de los alumnos, pero el profesorado estuvo al completo, según la directora, Sonia González. En el cercano y también público Julio Pinto la plantilla docente estaba al 100%. Y en el concertado Nuestra Señora de la Merced, igual. Pero en los dos primeros las cerraduras amanecieron inutilizadas con palillos, clips o pegamento.
EL PAÍS recorrió ayer una decena de centros educativos, sobre todo públicos. En todos ellos era mayor el absentismo de alumnos (faltaba entre el 10% y el 45%) que de docentes (en la mitad no faltó ni un profesor y la mayor incidencia era la del instituto Marqués de Suanzes, el 17,5%). El retraso en la convocatoria de la huelga, su falta de utilidad al estar ya aprobada la reforma laboral y la queja por la actuación sindical (también en el terreno educativo) pesaban en el bajo seguimiento, apuntaban los docentes. Según CC OO, hizo huelga más del 60% de los trabajadores en la enseñanza no universitaria. La patronal de los privados habló del 1%.
En la superior también se dejó sentir más el paro entre los alumnos (aunque aún no se ha incorporado el grueso) que entre los profesores, como comprobó este periódico en la Autónoma y la Complutense. "Y eso que técnicamente la huelga es un derecho de los trabajadores, que tienen un contrato, y no de los estudiantes", ironizaba el decano de Derecho Raúl Canosa.
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